El tema sigue en la palestra y seguirá… Los gobiernos de turno han dejado pasar el asunto, como quien entrega al otro una papa caliente. Hay que reconocer que ha sido en el mandato de Danilo Medina que se lleva a cabo algo tan complejo, peliagudo y controvertido: la regularización en el país de indocumentados, sobre todo de haitianos.
En Bridgetow, Barbados, el presidente de Haití, Michel Martelly, pidió ante sus homólogos de la Comunidad del Caribe (Caricom) una solución pacífica a la crisis que enfrentan, dijo que “los dominicanos de ascendencia haitiana están siendo deportados de la República Dominicana” y aseguró que no era que no los quisieran “en casa, sólo queremos asegurarnos de que se les trata adecuadamente”, expuso.
Ante los países que integran Caricom, en el desarrollo de su 36 cumbre, Martelly expuso “…que… 21 personas fueron obligadas a regresar a Haití. No vinieron voluntariamente, fueron detenidas y devueltas a Haití. Parece que no todos ellos son haitianos”. De inmediato, la asamblea condenó la política migratoria de República Dominicana hacia los descendientes de haitianos en ese país, aunque evadió pronunciarse sobre otros conflictos territoriales…
Los asuntos esenciales de lograr una reunión más enfocada en la búsqueda de estrategias para fomentar el desarrollo regional sostenible, debió primar en los debates; pero, la política dominicana ocupó espacios en la crítica, sin que otras naciones de la región que de igual manera efectúan deportaciones fueran nombradas.
El gobierno dominicano se ocupó de refutar las declaraciones haitianas y el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, emplazó “a los responsables de estas declaraciones a realizar el desmentido de las mismas y así contribuir a la verdad y al necesario respeto entre nuestros países”.
Martelly aboga por mantenerse en la mesa de negociaciones “para resolver la crisis pacíficamente”, según apuntó durante su intervención en la cumbre de Caricom. Aquí se reafirma “desconocer los motivos que están llevando a algunos funcionarios del gobierno haitiano a realizar declaraciones falsas y a sostener una campaña negativa contra la República Dominicana. Campaña que, cabe añadir, también va en contra de los intereses de su propia gente”.
República Dominicana no forma parte de Caricom aunque ha realizado gestiones para integrarse; ahora su imagen se ve deformada; en tanto que desde allá tiran centellas y desde aquí se lamentan de que la imprescindible comunicación y confianza con la que hay que avanzar se diluya en adversidades, en detrimento de los haitianos “a pie”, claro.
Otras naciones prevén su intervención. Ojalá sea a la altura de los tiempos, con la verdadera solución de los problemas humanos que sufre el pueblo haitiano hace siglos y no para incidir más en una herida que debe ser cauterizada, no profundizada.
¿En qué quedamos?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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