Las baladas de María Altagracia Baldera

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

Follow

Cada orto es nueva vida que nos entrega la comunicación en el encuentro con las almas hijas del amor de Dios. Durante las frecuentes visitas a nuestra cuñada señora Milagros Borrell viuda González, hemos conocido a su vecina señora María Altagracia Baldera, oriunda de Santiago de los Caballeros. Doña María sonríe escuchando a mi esposa Martha recitar y nos dice: yo he tenido inspiraciones. Su voz melodiosa nos deleita con la balada “somos viajeros”. Realmente sublime. Entre abrazos ella nos habla de los 45 años residiendo en la ciudad de Nueva York.
 
He escrito baladas, son muchas, recuerdo: tú.- que siga lloviendo.- amigo.- déjame quererte.- no sé qué hay en mí. El arreglista de las baladas es el argentino Frank Valiente. Y están declaradas en el acta notarial, del notario público Julio César Rojas No. 4908721, del Estado de Nueva York, el 10 de diciembre de 2001.
 
La compañía disquera Columbine catalogó como la mejor consideración musical la balada “somos viajeros”, entre una gran cantidad de baladas en el año 1981.
 
Somos viajeros
 
No te hagas ilusiones de nada en esta vida
Pues todas ilusiones serán ilusiones perdidas
Trata de vivir la vida con amor y bondad
Mirándote en el espejo de los demás.
Somos viajeros, viajeros sin equipaje
Y no sabemos cuán largo y corto es el viaje
Vinimos un día con las manos vacías
Pero trajimos en los labios ternura y alegría.
Somos viajeros, viajeros por la vida
Y no sabemos el itinerario de nuestra partida
Hay que vivir la vida dando felicidad
Y así es como recibimos amor y amistad.
 
La conversación coloquial de María es un manantial que se caracteriza por una plena concentración de sus fuerzas espirituales en el objeto de la creación, tono emocional de alegría en ansias de prosas cantarinas. Diría. Frenesí, canto a la vida del fenómeno síquico del alma que se entrega en alegría a los demás. Pura incitación de conducta fraterna.
 
Escuchando a María explicar con humildad cómo brotan las palabras en las baladas. Recuerdo a Moliere: la improvisación es la piedra de toque de la agudeza.
 
*Vicealmirante ® de la Armada Dominicana