Fue encontrado ahorcado el pasado domingo en su residencia del municipio Guerra Santo Domingo Este, el señor Arsenio Castillo, quien tenía 30 años de labor ininterrumpida en la Cancillería dominicana, donde se desempeñaba como mensajero en la dirección de asuntos consulares.
De acuerdo con familiares y amigos, el móvil de su fatal decisión podría estar ligado a su inestable vida sentimental y a las calamidades que puede provocar la falta de una familia, ya que al momento de su muerte no contaba con una esposa y nunca tuvo hijos.
Sus compañeros y superiores de trabajo le definieron como un hombre ejemplar y un trabajador incansable que durante sus 30 años de labor siempre dio el mejor de los ejemplos y como alguien que sembró mucho amor en el trato con sus compañeros.
Tras haber tomado una licencia por una reciente operación de una hernia, Arsenio Castillo debía entrar hoy lunes a su trabajo, el mismo día en que sus restos serán enterrados.
