El humano se identifica por lo que piensa, dice y hace. El presidente de Haití, Michell Martelly, nos entrega su autorretrato: Indigno, perverso, enemigo del amor del hombre por el hombre. Nada bueno… Las mentiras dicen lo que los dominicanos debemos hacer. Sencillamente, actuar, es la decisión de resolver. Fiel cumplimiento a la ley y construir el muro fronterizo, protección contra la emigración ilegal consuetudinaria de los haitianos.
Los Estados Unidos tienen más de una muralla de protección contra los ilegales emigrantes. Solo ver en la televisión “Patrulla Fronteriza”. Hungría decidió comenzar a construir una cerca en la frontera con Serbia, para detener los emigrantes y refugiados. Francia fortalece su decisión de protección contra los inmigrantes en el mar Mediterráneo. Ponen más vigilancia expulsando los que no tienen papeles. Haití levantó un muro en la parte norte. Ninguna organización ha protestado. Claro, es su derecho soberano, intocable de cada país.
La Ley de Regularización necesita la ayuda para que los dominicanos nos defendamos. Haití está ahí con sus males incurables. Su historia es clara. No ha habido un presidente que haya tratado de cumplir con la sagrada misión de ejecutar planes en bien del desarrollo en todos los aspectos. Su decisión es que se vayan a otros países.
Los comerciantes dominicanos deben hacer sus ventas a los dominicanos. Los constructores y hacendados cumplir la ley, no es cierto que los dominicanos no quieran hacer esos trabajos, humanizar sus vidas, ser justos.
¿Por qué los cónsules dominicanos en Haití otorgan miles de visas a haitianos? ¿Cómo se controla que al vencer el plazo de las visas regresen a Haití? Debe proteger la acción de la ley. Determinar cuántas visas se deben otorgar.
Control, control basado en la ley, es la obligación de las autoridades dominicanas. Los pueblos se desarrollan bajo la firme eficacia de acciones nacionalistas, los deberes patrios son sagrados. Cumplirlos es la realización del hombre. Su patria es todo, después la familia. Si la patria está bien, todos estamos bien.
La presión es de quien no tiene razón. Dominicanos adelante, coraje de dominicanidad. Repetir que sabemos que el hombre es libre. Hombres duartianos, para eso somos dominicanos libres. Firmes. Ya basta.
Vale repetir lo exige la supervivencia. Dominicanos, es el momento de aplicar la capacidad de continuar las urgentes decisiones, unidad del pueblo para realizar, energías, decisión, hacernos respetar, es nuestro sagrado deber de patria soberana. Ser hombres duartianos. Una isla con dos banderas.
Nuestro invitado de hoy, Juan Pablo Duarte: “Entre los dominicanos y los haitianos noe s posible la fusión”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
Meditabundo: Plan de Regularización y la muralla fronteriza
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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