Irán calificó de infundada la retórica de Bahrein por supuesta interferencia en sus asuntos internos, justo cuando el canciller Mohammad Javad Zarif completa hoy en Iraq un periplo para consolidar relaciones con sus vecinos árabes.
La portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Marzieh Afkham, rechazó las acusaciones de la monarquía bahreiní de que esta nación persa interfiere en sus asuntos domésticos y alienta la subversión y la violencia mediante el apoyo a opositores miembros de la mayoritaria población chiita.
En un comunicado en Teherán, Afkham valoró carentes de sustento y repetitivas las alegaciones de la Cancillería y del ministerio del Interior de Bahrein, y agregó que tales posturas evidencian que el Gobierno de Manama intenta crear una atmósfera de tensión regional.
Círculos gubernamentales, sociales y empresariales de Bahrein subieron el tono de las críticas por presunta interferencia de Irán, una escalada que suscitó suspicacias aquí por ocurrir días después del acuerdo nuclear del país persa con seis potencias mundiales.
El ministerio bahreiní del Interior tildó la postura de Teherán de totalmente inaceptable y falta de respeto a los principios de buena vecindad, y la prensa oficial reprodujo pronunciamientos similares de influyentes familias, hombres de negocio y la Asociación de Relaciones Públicas.
Según un comunicado emitido en Manama, el ministerio señaló que la alegada injerencia de la república islámica incluía «pronunciamientos políticos antagónicos, contrabando de explosivos, armas y municiones hacia el reino, y acogida de fugitivos de la justicia nacional».
Asimismo, afirmó que este país «usa campamentos militares para entrenar a bahreiníes en actos terroristas que atentan contra gente inocente, orquesta y lanza constantes campañas propagandísticas distorsionadas contra el reino y disemina información falsa».
El Departamento de Prensa Diplomática de la cancillería iraní describió como poco constructivos esos métodos del vecino reino árabe y advirtió que «no conseguirán crear una brecha en la seria intención de Irán de continuar y fomentar políticas construcción de la confianza a nivel regional».
Agregó que la postura de Teherán es a favor de impulsar la cooperación en el área, particularmente con los estados del Consejo de Cooperación del Golfo, contra amenazas como el extremismo y el terrorismo, por lo que instó a Bahrein a «revisar sus métodos en vez de resaltarlos».
El ambiente de crispación entre Teherán y Manama prevalece en medio de las visitas que Zarif efectuó el domingo a Kuwait y Qatar, y que hará hoy en Iraq, luego de arribar anoche a la ciudad santa chiita de Najaf.
Además de fomentar los vínculos bilaterales, el propósito del ministro es informar a sus anfitriones del reciente pacto suscrito con las seis potencias mundiales para poner fin al contencioso por el programa atómico iraní.
