Cuando la cifra de mujeres dominicanas asesinadas por sus parejas supera la de igual periodo del año anterior, la prensa nacional anuncia que los próximos días 30 y 31 de julio, la capital dominicana será la sede de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), donde se darán cita ministras de la Mujer y otras autoridades de gobierno, a fin de abordar los logros y desafíos de los países de la región en materia de igualdad de género.
En República Dominicana la pregunta sigue siendo si se trata de reincidencia o poca garantía de métodos contra feminicidios, porque la despedida de 2014 dejó el doloroso saldo de 177 mujeres asesinadas por sus actuales o exparejas, y los días que corren de 2015 corroboran que la violencia de género continúa su paso destructor, con métodos que impresionan a la opinión pública.
Más del 50% de la población opina que los principales problemas de las mujeres en el país son abuso, maltrato, acoso y violencia, según datos de la encuesta Gallup. Esta firma también señala como limitaciones marcadas las condiciones logísticas y procedimentales en la prevención y la persecución policial y judicial a los agresores.
Se trata también de ver con realismo los obstáculos que impiden el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres, según resalta la justificación del Proyecto de Ley de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de todas las Formas de Violencia contra las Mujeres, expuesta en el estudio de la Comisión de Ministerio Público de la Cámara de Diputados.
Los movimientos feministas advierten que “para frenar la violencia de género hay que asumir políticas integrales, que van desde la salud, pasando por la educación, hasta la Justicia, sin excluir muchas otras áreas. Además, el Estado debe invertir los recursos necesarios para su ejecución”.
Sin hablar de las “posposiciones” de aprobación a proyectos de ley, sin olvidar que los feminicidios representan una verdadera “tragedia nacional”, como tanto se ha repetido, ojalá esta Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe hurgue fuerte en esos impulsas insoslayables por lograr el cumplimiento de la perspectiva de género en las políticas públicas de los países, y que aquí, en esta hermosa tierra, la cifra de mujeres violentadas y asesinadas, no solo se reduzca de una vez, sino que desaparezca, como Dios manda.
¿Poca garantía métodos antifeminicidas?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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