El aniversario de la ciudad, hace 516 años, retrotrae a la memoria hechos históricos y culturales que trascienden a los siglos. Imposible olvidar que la hoy llamada República Dominicana debe a una pléyade de hombres y mujeres esa soberanía e independencia que disfruta este pueblo, pleno de gente humilde, amable y cariñosa que ofrece con amor solidario sus brazos, sus hermosas playas, centros turísticos y lugares extraordinarios para visitar.
Historia
Aunque existen diversas interpretaciones históricas del origen de esta efeméride, la mayoría de las fuentes consultadas establecen que Don Bartolomé Colón, hermano del Almirante Cristóbal Colon, fundó la ciudad de Santo Domingo el 5 de agosto de 1496, en la margen oriental del río Ozama.
Destruida por un huracán que la azotó en julio de 1502, la ciudad fue trasladada a la margen occidental por Fray Nicolás de Ovando, Gobernador de la Española, quien hizo el trazado de las calles y las edificaciones militares, civiles y religiosas.
Según los cronistas de la época, el Comendador de Lares diseñó la primera calle de América, Las Damas, y el primer fortín, La Torre del Homenaje.
El maestro Rodrigo de Liendo levantó, entre otras obras, el Monasterio de San Francisco de Asís y la Iglesia de Las Mercedes.
Entre las casas y edificios coloniales que reflejan el carácter arquitectónico de la época medieval, figura la Fortaleza Ozama, la cual data de 1502.
Los edificios coloniales de la ciudad incluyen la Catedral de Santa María La Menor, llamada Catedral Primada de América, el Alcázar de Colón, el Monasterio de San Francisco, el Museo de las Casas Reales, el Palacio de la Real Audiencia, el Parque Colón, y el Panteón de la Patria, entre otros.
En 1990 la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, el Arte y la Cultura (UNESCO) declaró a la ciudad de Santo Domingo “Patrimonio Cultural de la Humanidad”.
A raíz de los daños provocados por el ciclón San Zenón, el 3 de septiembre de 1930, el dictador Rafael Leónidas Trujillo quien había ascendido al poder dos semanas antes, inició un proceso de reconstrucción de la ciudad.
Hasta la fecha, Santo Domingo ha crecido en infraestructura y mucho más; aunque aún la pobreza arropa parte de su población, sin que esto disminuya la belleza que alimenta el mar que lame constantemente sus costas y recodos.
