Desconsuelo

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Lo que podría ser un inicio de felicidad para madres, padres o tutores, se convierte en una gran pesadilla que pesa en el alma y en los bolsillos.
 
Resulta que en cada inicio de año escolar, los colegios privados intentan, y muchos lo logran, aumentar las tarifas escolares. La colega Yokaurys Vásquez escribió desde estas mismas páginas un reportaje, en el cual da cuenta de que el 50% de esos centros educativos anunció  alzas que van desde un 6%, hasta un 15%.
 
Se trata del pago de la mensualidad de dichos centros, unido a las actividades que desarrollan y que implica al alumnado y el consecuente pago por estas. Sin olvidar el cambio de libros de textos cada año en todas sus ediciones.
 
La nostalgia y el realismo se agregan al caso. Difícil es olvidar aquellos viejos libros de textos muy interesantes, de disímiles materias, que pasaban de mano en mano, de los hermanos mayores a los pequeños y así… Con esos cuadernos se formaban buenos profesionales que servían al país y la sociedad íntegros, con sus conocimientos bien aprendidos, como Dios manda.
 
Nada ni nadie puede justificar la sucesión de cambio de libros de textos cada año en todas sus ediciones; como tampoco se explican las alzas previstas para este curso 2015-2016, aunque la presidenta de la Unión Dominicana de Instituciones Educativas Privadas (UDIEP), Olga Espaillat, enumere  “los gastos que asumen los propietarios de centros, entre los que citó el pago de nómina mensual y la capacitación de los maestros y el personal auxiliar, así como el mantenimiento de infraestructura, mobiliarios y equipos”.
 
Angustias, desasosiego, bajos salarios y la necesidad de que hijos e hijas obtengan una superación acorde a los tiempos que vive el país y el mundo subyacen en las declaraciones de personas entrevistadas por este multimedios DominicanosHoy, quienes reclaman del Estado un control a este problema que, según su criterio, evidencia el afán de lucro de esas instituciones. Muchos se refieren al obligado “paquete especial”, que exclusivamente vende la Editorial Santillana y definitivamente encarecimientos de mensualidades que golpean con demasiada fuerza los ya exiguos bolsillos de los progenitores. Sí, está en peligro uno de los más importantes renglones que debe atesorar y defender el país: la educación de todos y todas a cualquier nivel.