Todos lo hemos pensado alguna vez, pero por alguna razón, quizá por pudor, quizá por inseguridad, no nos atrevemos a dar el paso. Un paso, en realidad, más que apetecible. Dejar que el mar acaricie tu cuerpo desnudo y después poder tumbarse en la arena, sin sentir esa sensación desagradable de la ropa húmeda, para que el sol y la brisa marina hagan de ese momento de relax vacacional una auténtica delicia. Acudir a una playa nudista empieza a ser mucho más habitual, pero ¿y pasar nuestras vacaciones en un hotel nudista?
Tomar en sol desnudos en la piscina, o saludarte con otros turistas en la recepción, dejando los prejuicios y las vergüenzas en la maleta. Esa es la idea.
Se trata de hoteles y apartamentos que permiten el nudismo en parte de sus instalaciones, algunos de forma libre y otros de forma obligatoria, para que haya igualdad entre sus clientes. Siempre hay una excepción, las zonas de restauración. Mientras que en algunos solo se establece la libertad de ir sin ropa, otros establecimientos tienen una filosofía más naturista, incluyendo actividades acorde a esta idea. Por norma general, suelen aprovechar entornos cercanos a playas nudistas, o bien zonas apartadas en plena naturaleza donde crear un verdadero mundo aparte.
Beatriz es madrileña y tiene 30 años. Lleva varios veraneando en hoteles y apartamentos nudistas en Almería y lo curioso es que conoció este tipo de turismo precisamente por sus padres, hace ya una década. “Primero probamos a ir al hotel en plan familia y como nos gustó, comenzamos con los apartamentos”.
Sus padres, de 55 y 57 años, tienen una cita obligada cada mes de agosto, recorrer la playa de Vera en la que incluso coinciden con compañeros de trabajo sin ningún “vaya corte” por medio. “Ves gente con cuerpos de todo tipo y no necesariamente esculturales, gente de todas las edades, y cada uno va a su aire, sin que se sienta extraño por el hecho de ir todos desnudos, es una experiencia que recomendaría”, concluye Beatriz. Y es que se trata de una experiencia que intenta simplemente cultivar lo natural.
Una experiencia diferente que comienza a llamar la atención de los turistas extranjeros, que acuden a nuestras playas y alojamientos a disfrutar del placer de ir desnudos. Visitamos siete en nuestro país.
