Seguro has oído más de una vez la frase: “Una manzana al día, mantiene alejado al médico”. Y tiene mucha razón, pues las propiedades de la manzana son muy variadas. Descubre cuáles son y como podrías beneficiarte con ellas.
Tentadora y nutritiva
Algunas de las propiedades de esta deliciosa fruta:
- Ayudaría a contrarrestar las infecciones intestinales.
- Aliviaría el reumatismo y la gota.
- Ayudaría a combatir el agotamiento físico e intelectual y la anemia.
- Sería ideal incluirla en las dietas para adelgazar ya que, por su composición, no provocaría aumento de peso.
- Si la consumes de noche, podría favorecerte el sueño debido a que, su contenido en fósforo, calmaría el sistema nervioso.
Cómo consumirla
- La manzana cruda y pelada es ideal para las personas con problemas de estreñimiento. Puedes usar la cáscara si se trata de manzanas orgánicas.
- Pelada y cocida, aumenta sus mucílagos y sería conveniente para quienes padecen de dispepsia, gastritis o úlcera gastroduodenal.
- Cruda y rallada es ideal para contrarrestar las diarreas. Debes dejar que se oxide antes de consumirla porque, al oxidarse, el oxígeno cortaría la diarrea.
- El agua de cocción de las manzanas peladas combatiría el exceso de ácido úrico. Podría ser, además, depurativa y digestiva.
Sobran los motivos para consumirla
- Por contener provitamina A, favorecería el bronceado. Además de comerla, puedes aplicar su jugo sobre la piel.
- Su contenido en vitaminas del grupo B, actuaría de manera beneficiosa sobre el sistema nervioso central.
- Los ácidos de la manzana destruirían las bacterias, evitando así las caries y manteniendo blanca la dentadura.
- Su contenido en potasio la haría recomendable para quienes presentan problemas de hipertensión arterial y trastornos cardíacos.
- La presencia de pectina en esta fruta la convertiría en ideal para quienes tienen colesterol alto, artritis y artrosis.
Receta de “Agua Base”
Esta receta es recomendable para quienes que padecen inflamaciones intestinales, diarreas, colon irritable y divertículos. También, es refrescante y suavizante.
Ingredientes
1 cucharada sopera de semillas de lino enteras.
2 manzanas preferentemente orgánicas.
1 ½ litro de agua filtrada, preferentemente.
Preparación
Cortar las manzanas en trozos pequeños. Si son orgánicas, se pueden usar las cáscaras. Poner en maceración, junto con las semillas, durante una hora. Colocar en un recipiente (que no sea de aluminio) y llevar al fuego hasta que levante el hervor. Reducir el fuego al mínimo y cocinar de 3 a 5 minutos. Apagarlo y dejar reposar hasta que se entibie. Filtrar, colocando en el colador una tela de pañal o gasa, para poder estrujar al máximo las manzanas y así obtener todo el líquido.
Tomar en reemplazo de los líquidos a lo largo del día.
Recuerda consultar a un especialista de la salud frente a cualquier trastorno orgánico y antes de hacer algún cambio en tu dieta o estilo de vida.
Lisa Botti es licenciada en medicinas naturales y naturopatía, coach psicobiológica, miembro profesional de ASIMEPA (Asociación Internacional de Medicinas y Psicologías Alternativas), especialista en técnicas psicocorporales, miembro del cuerpo docente de la Asociación Argentina de Medicina Psicobiológica, y autora del libro “Concebidas sin pecado”