Según el refrán popular, lo que más incomoda al dominicano es que le digan una cosa ahora y otra ahorita. En el caso del presidente Danilo Medina, muchos concluyen que no ha sido sincero a la hora de proyectar su posición política. Esto, dicen, quedó expresado al reafirmar su reelección y el continuismo en el Estado, aspecto que rechazó en un principio y una mayoría duda de que en el 2020 no se quiera modificar, una vez más, la Carta Magna, en el transitorio que prohíbe su reelección más allá.
El tema es supercomplejo, lo anterior tendría el propósito de igualar a su antecesor, afirman, y esto significaría un descalabro para la democracia y la institucionalidad que pese a todo se ha fortalecido en el país.
También se cuestiona la falta de identidad de los otros partidos, que se han sumado a todo el proceso, lo cual ha dejado a la nación sin oposición y la pregunta es ¿cuánto habrá costado todo esto?
Análisis de politólogos y analistas definen que esta sincronía no tiene color de rosa, pues todo esto puede llevar a un infortunio, ya que no se soportaría una continuidad del propio mandatario, quien ha manifestado que no será obstáculo en la promoción de figuras del partido de Gobierno en el sentido eleccionario.
Las encuestas, que subieron tanto en los dos primeros años de gestión de Danilo Medina, ahora comienzan a bajar y muestran tonos que nada favorecen al sistema político actual en la República Dominicana.
¿Se reduce popularidad de Medina?
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