Madres e hijos sanos y salvos

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Llama a la reflexión el tema referido a la mortalidad materno-infantil en la República Dominicana, donde los Objetivos del Milenio serán incumplidos en dichos acápites, pues de una reducción prevista de hasta 45 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos, la cifra alcanza unos 109.4 fallecimientos por esa causa.
 
El tema mantiene muy preocupados a directivos  y trabajadores en general del sistema de salud dominicano. En una reunión que tuvo lugar hace pocos días en esta capital un facultativo recomendó algo que parece ser esencial en este peliagudo aspecto, se trata de la  acción “encimática” que deben tener los médicos gineco-obstetras con las embarazadas. Aun cuando estemos “violando” las normas ortográficas impulsadas por la Real Academia Española (RAE) de la Lengua, “encimática”, en este caso, significa “estar encima” del proceso que vive una mujer durante los nueve meses del embarazo y parto; lo cual significaría contrarrestar las principales enfermedades que producen esas muertes maternas todas prevenibles.
 
Las amenazas a la salud materna en los hospitales públicos siguen latente, pese a que más del 98% de las gestantes acuden a dichos centros y duele conocer que de acuerdo a datos oficiales,  en la semana 33, comprendida del 9 al 15 de agosto, el boletín de la Dirección General de Epidemiología del Ministerio de Salud, notificó 94 muertes maternas y 32 infantiles.
 
La reflexión se impone otra vez. La nación posee una de las más altas tasas de estas muertes en América Latina, y pese a que se asumió la meta de reducirlas a en un 75% para este año, los indicadores se han multiplicado.
 
Definitivamente, los médicos tendrán que cambiar su sicología y manera de interactuar con las mujeres  que traen sus hijos al mundo y el Estado deberá   movilizar esos compromisos políticos y sociales asumidos durante el periodo de elecciones, para que pueda la población confiar en herramientas eficaces que mejoren la calidad de las atenciones a las embarazadas y tengamos madres e hijos sanos y salvos.