Otra vez se habla del brote epidémico de dengue que afecta al país, y la lamentable muerte de unas 50 personas, y de nuevo se dirigen los cañones, no sin razón, al incumplimiento del presupuesto programado por el Ministerio de Salud para la prevención y control de las enfermedades transmitidas por vectores, en este caso producida por el mosquito Aedes Aegipty.
Las responsabilidades de Salud Pública son harto conocidas, lo de mantener permanente el proceso de fumigación en barrios marginados y otras localidades donde el mosquito transmisor se propaga y sigue causando estragos, no es asunto de un día o dos…
Clásico, o de otra forma, el dengue afecta y puede, como así ha sido, causar víctimas mortales. Las medidas preventivas tienen que ser las herramientas fundamentales a fin de evitarlo y esto significa educar a la población en la limpieza de su entorno; impedir cúmulos de agua, recordando que aun en la aparentemente limpia, se reproducen los insectos. Sin olvidar el resto de las medidas higiénicas imprescindibles, como son el constante lavado de las manos, hervir el agua que se consume, etc.
Las autoridades no pueden dormirse en los laureles, los datos indican que de no detener este brote, podríamos estar ante una epidemia, que en años anteriores ha segado las existencias de decenas de seres humanos. Sí, se trata de un desafío para el Ministerio de Salud Pública, y la sociedad toda.
Dengue
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