El izquierdista Alexis Tsipras consiguió una sólida victoria en las elecciones griegas del domingo y tendrá ahora como principal desafío conducir a la atribulada economía de su país por el camino de la recuperación.
Los resultados le permitirán al líder griego seguir siendo la figura política dominante del país, a pesar de que el mes pasado su partido no cerró filas con él luego de que cediera a las demandas de austeridad para que el país consiguiera un rescate de la zona euro.
Ante una multitud entusiasta en una céntrica plaza de Atenas, Tsipras prometió una nueva fase de estabilidad en un país que ha celebrado cinco elecciones generales en seis años, y dijo que su nuevo mandato le permitirá completar un período completo.
«En la Europa de hoy, Grecia y el pueblo griego son sinónimo de resistencia y dignidad, y esta lucha la continuaremos juntos por otros cuatro años», declaró.
No hizo ninguna referencia específica al rescate de 85.000 millones de euros (97.000 millones de dólares), pero su partido Syriza hizo campaña con la promesa de implementarlo y se comprometió también a introducir medidas para proteger de algunos aspectos del acuerdo a los grupos vulnerables.
«Tenemos dificultades por delante, pero también pisamos firme. Sabemos donde podemos pisar, tenemos una perspectiva. La recuperación de la crisis no puede venir por arte de magia, pero se puede conseguir a través del trabajo duro», dijo.
La primera tarea de Tsipras, después de formar un gobierno, será la de convencer a los prestamistas de la Unión Europea que se han ejecutado suficientes medidas acordadas para asegurar otro desembolso. El programa de rescate sería revisado el próximo mes.
Jeroen Dijsselbloem, jefe de los ministros de Finanzas del Eurogrupo, dijo que espera la rápida formación de un nuevo gobierno griego que tenga el mandato de ejecutar el plan de rescate.
