¡Qué descaro!

Señores, pero lo que pasa en este país no tiene madre. La gran deuda que llevó al arquitecto de la Oisoe  a suicidarse  fue producto de unos “favorcitos”, que hacían un par de ingenieros corruptos para beneficiar a financieras de supuestos funcionarios.

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *