En momentos en que representantes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), explican que para 2060 la región tendrá 25% más habitantes, con más adultos mayores que menores de 20 años, las primeras páginas de medios de prensa en el país publican que los envejecientes están desprotegidos en República Dominicana, pues según estudio realizado por The Economist Intelligence Unit (EIU), la situación se empeora, debido al mal trato que reciben aquellas personas de la tercera edad que sufren enfermedades terminales.
Junto a Guatemala, la nación dominicana exhibe anotaciones fatales en cinco categorías tomadas en cuenta en la investigación, como son en medicina paliativa la calidad, accesibilidad, entorno, recursos humanos y participación de la comunidad.
En términos económicos, se habla de las denominadas “economías envejecidas”, que define una superación del consumo de la población de 65 años y más, por primera vez, en relación con menores de 20 años hacia el año 2030; y aunque algunos países están más proclives a esto, la situación se extenderá por toda la región. Siendo así, lo anterior lleva a reflexiones impostergables, ya que habrá que invertir y mejorar las condiciones de salud, infraestructura y los servicios que requieren los envejecientes y la pregunta es ¿cómo se les ofrecerán los cuidados que requieren?
Todo ello implica un desarrollo en la educación, la tecnología, y en todos los renglones. Los retos demográficos, sociales y económicos se abren paso. La energía eléctrica, el uso del agua y la proliferación de alimentos están conectados por la dinámica de la producción.
Se enfrenta un gran reto, en medio de todas estas propuestas, el círculo de las ancianas y ancianos se sigue estrechando, aun cuando son mayoría.
Mal augurio si es así…
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