Aunque el mosquito agrede por igual a adultos y menores, constituyen estos últimos, sin duda alguna, la población más vulnerable, tal y como muestran las estadísticas.
A los hospitales pediátricos siguen llegando niñas y niños, aun cuando se han llevado a cabo operativos que lograron eliminar cientos de criaderos, el contagio del dengue en el país no se ha reducido y más allá de las irreparables víctimas, cuya cifra conmueve y preocupa, los internamientos prosiguen en hospitales públicos e infantiles.
Este multimedios ha publicado una y otra vez las medidas preventivas que cada familia debe asumir; las limpiezas de los entornos, tapar los envases con agua, aun potable, pues el aedes aegypti se prolifera también en dicho medio.
Las autoridades confían en que las cifras bajen a partir de los operativos llevados a cabo; pero, aunque diferentes instituciones del Gobierno, ayuntamientos y grupos comunitarios, visiten barrios, sectores y residenciales, orienten las personas y desarrollen labores de higienización, cada quien debe convertirse en principal salvaguarda de sí mismo y de su hogar.
Las jornadas nacionales en contra del dengue eliminan criaderos de vectores; no obstante, ya la enfermedad ha provocado más de cien muertes en lo que va de año y si bien los adultos pueden y deben protegerse, los pequeños del hogar necesitan ser cuidados y salvaguardados cuanto antes.
El dengue y los vulnerables
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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