Yaundé.- Expertos consideran que en el extremo norte de Camerún la prioridad es la lucha contra la secta nigeriana Boko Haram, pero también se requiere atender con urgencia la creciente crisis humanitaria.
Mientras que una ofensiva militar multinacional la va expulsando de sus posiciones en el noreste de Nigeria, el grupo terrorista aumentó sus ataques suicidas y otros actos sangrientos contra Camerún, pese al despliegue castrense a lo largo de la frontera.
Según Najat Rochdi, coordinadora de ayuda de la ONU para el Camerún, desde principios de este año se intensificaron los ataques de Boko Haram, los cuales tienen «consecuencias catastróficas para toda la región».
El sitio digital Vanguardngr.com comenta que en la ciudad de Maroua, capital de la región Norte Grande, se desplegó una enorme presencia militar en un intento por detener los ataques de los integristas.
Sin embargo, los residentes tratan de llevar una vida normal, pero una crisis humanitaria va tomando fuerza.
Un trabajador de una organización no gubernamental calificó de desastre la situación económica allí.
«El cierre de la frontera con Nigeria ha asfixiado, literalmente, una economía ya muy débil», afirmó Rochdi, en tanto los precios de los artículos básicos se multiplicaron y los mercados están cerrando.
En el extremo norte confluyen la existencia de una alta tasa demográfica camerunesa con condiciones climáticas sahelianas -un espacio semiárido-, escasa infraestructura y pocos puestos de trabajo o escuelas.
«Cerca de la frontera, los agricultores ya no son capaces de trabajar, su ganado es robado o lo abandonan, pueblos están desiertos, el desempleo está por las nubes», añadió Rochdi.
Pobreza y Boko Haram golpean extremo norte de Camerún
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