Noviembre se ha considerado mes de “No a la violencia contra las mujeres”, y disímiles temas se han tocado en estos días y continúan, a fin de visibilizar con matices propios una realidad que afecta no solo a la región, sino, además, a Europa y al mundo entero.
La ONU llama a cada mujer a unirse a la iniciativa mundial “Pinta el mundo de naranja: Pon fin a la violencia contra las mujeres y las niñas”, cuya fecha se propone desde el 25 de noviembre hasta el 10 de diciembre.
Un comunicado, Phumzile Mlambo-Ngcuka, secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y directora ejecutiva de ONU Mujeres, llama a personas y estados a unirse en esta campaña a fin de luchar en conjunto contra la grave violación de los derechos de las mujeres, que afecta como mínimo a una de cada tres adultas y niñas en todo el orbe.
Mlambo-Ngcuka reclama detener esta “pandemia” y República Dominicana recuerda con particular devoción, que en la fecha del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, conmemorada por todas las naciones del orbe, se rinde homenaje a las Hermanas Mirabal, asesinadas ese día por la dictadura trujillista.
Los esfuerzos por detener la violencia de género no han llegado a sensibilizar a una población que debe actuar unida en la protección de la mujer y claro que la prevención es fundamental en esta acción; pero abrir tribunales especializados en violencia de género e intrafamiliar y centros de mediación de conflictos en todo el territorio nacional se plantea como una acción impostergable y en medio de ese panorama, una parte de las fuerzas sociales dominicanas pugnan por poner en el primer plano el problema de la violencia contra la mujer.
Que no estén libres los culpables, que se tomen medidas punitivas a la altura de los hechos; sin olvidar esa educación que desde las aulas y los hogares ha fallado y estamos a tiempo de fomentar.
Impunidad perpetúa violencia
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