Cofradías no con fines religiosos. Incapaces, rastreros, mal intencionados, que actúan sin transparencia cuando llegan al poder lo ejercen con el fin primordial de preservar los beneficios económicos que su ejercicio proporciona a sus adherentes. No tienen ni quieren ley que los controle. Violan la Constitución y leyes, cometen peculado, pisoteando el artículo 146 de la Constitución. Reina su Diosa IMPUNIDAD. Ausencia del sentimiento penoso de la propia indignidad. 1,891 funcionarios públicos se ríen de la ley 311-14. Nada de la Declaración Jurada de Patrimonio. El ciudadano se pregunta ¿Por Qué no cumplen con la ley? Veracidad de buscar “lo suyo”, dinero de los impuestos. Tesoro público, el erario. Su propiedad.
Las auditorías con “irregularidades” que envía la Cámara de Cuentas a la Procuraduría General de la República, duermen el sueño eterno. Ni una mirada de soslayo del procurador las despiertas.
Estará el licenciado Francisco Domínguez Brito, procurador general de la República, deseoso de reunir al Consejo Nacional de la Magistratura pensando en lo que le dijo Mucio Scaevola a su discípulo Marco Tulio Cicerón: “La ley es una meretriz que solo sonríe a los que echan mano al bolsillo con más rapidez? ¿Se inclina el licenciado Domínguez Brito por aplicar la Doctrina de Estado de Seguridad como lo hizo el cónsul romano Marco Tulio Cicerón y evitó la conspiración de Serbio Tulio Catilina? ¿El licenciando Francisco Domínguez Brito nos está diciendo que la justicia está en el poder de politicastros y no de la ley? Dese estar en la navegación ciudadana errónea.
Hoy yo me invito: La abundancia de las papeletas silencian las leyes.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana
Meditabundo: Desacatos sin castigo
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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