El transfuguismo me ha tenido buscando en los rincones de las oxidantes neuronas y surge la historia de Roma cuando Quinto Tulio Cicerón hermano menor de Marco Tulio Cicerón a quien le hace recomendaciones concernientes a su campaña electoral para cónsul.
Les relato: El ingeniero Don Félix Benitez Rexach, señora Lucienne su esposa y el capitán John Percival están en la terraza disfrutando el aromoso café Paliza. Yo como de costumbre estoy en la biblioteca de su Villa Baggatelle, Cannes, Francia, 1953. Don Félix entra a buscar una revista, yo tengo a mano el diccionario del idioma francés. Don Félix me dice que lees. Le contesté, estoy leyendo cuando Marco Tulio Cicerón está en la campaña electoral para el Consulado de Roma. Esta palabra no se su significado, no quiero equivocarme en las anotaciones. Don Félix: Es perfidia. Te voy a leer y tu escribes: Quinto le dice a Marco: Debes tener cuidado, el mundo está lleno de engaños, traiciones y de perfidia. Sé que esos que muestran quererte por tu intelecto, no es cierto, veo sienten deseos de tener tus conocimientos, no son sinceros, no debes confiar en ellos. Tú sabes que tienes enemigos. Los enumero en tres: Los que se creen perjudicados por ti. Los que no te aprecian y los que son muy amigos de tus adversarios en la campaña electoral. Marco le dice: Tiene razón. Marco ganó el Consulado derrotando a Catilina y Antonio.
Nuestro invitado de hoy. Abraham Lincoln: Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
Meditabundo: De mi bitácora
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