Dicen que el pueblo dominicano se halla entre los primeros de la región en experimentar felicidad. Y en verdad, quienes visitan o conviven con seres nacidos en esta bella tierra, no pueden menos que asentir con las encuestas, porque si se habla de actitud positiva, de esperanzas y fe, hay que nombrar a la República Dominicana.
También cuando de solidaridad se conversa y de esa afán por convertir reveses en victorias y laberintos en caminos llanos, hay que traer al escenario a dominicanas y dominicanos, quienes hacen de tiempos difíciles un proseguir adelante, matizado por su energía vital y la música que brinca en su sangre a la par de los glóbulos rojos.
Ya 2016 se asoma, casi, y las miradas apuntan allá, hacia ese horizonte…Atrás, los precios de alimentos básicos, la violencia que nos hace temer en las calles, y hasta en las casas; el desencanto ante impunidades que sepultaron hechos de corrupción y descalabros políticos…En fin, las llamadas sombras que ocultan o intentan esconder este sol caribeño que calienta y colorea la vida íntegra.
Que 2016 les traiga fuerzas nuevas, y que esa esperanza multiplique felicidad al pueblo dominicano. Se lo merece.
De esperanzas y sueños…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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