En las vacaciones de la última quincena del año se transforman los tiempos de la dinámica familiar. En las Navidades, hay más tiempo para estar unidos en el hogar. No salimos corriendo en las mañanas ni regresamos con el tiempo comprometido para la comida, las tareas escolares y domésticas, además de otros preparativos.
La comunicación doméstica tiene precisiones que cambian en estos días de ocio, en los cuales se pueden estrechar los lazos afectivos o destruirlos definitivamente.
Las conversaciones en la intimidad hogareña también exigen de la empatía, ese arte de entender lo que una persona nos dice y lograr también explicarnos mejor.
En las decisiones recreativas debemos ponernos de acuerdo para esta tarde, y decidir dónde y con quienes pasaremos los días especiales, sin imposiciones autoritarias. Hay que argumentar y ajustar los tiempos de visita a diferentes familiares del padre o de la madre.
Resulta de vital importancia tener en cuenta esas particularidades individuales porque también en el seno familiar, existen diversos tipos de afinidades y en caso contrario, se deben ejercitar diversas técnicas de empatía que facilitarán mejores relaciones y evitan disgustos.
La empatía tendría que ser un valor para aprender desde la infancia para relacionarnos con el respeto a la diferencia, porque somos seres únicos y nos merecemos el respeto de los demás, sin distinción de edades ni sexos.
Maite Rico, Psicoterapeuta transpersonal de España, Master en Coaching especializada en la técnica y aplicación de la PNL en los ámbitos del crecimiento personal, la autoestima, la motivación y el liderazgo recomienda, que el primer paso para establecer una buena comunicación es saber escuchar atentamente a la otra persona. Su nombre técnico es la escucha activa, y se trata de prestar atención de quien habla sin enjuiciar y sin proyectarnos. No puedes oír algo e interrumpir queriendo decir tu caso.
Generar confianza es primordial para establecer relaciones sanas. Ajustar tu tono de voz, sonreír para argumentar y fundamenta: Vivimos en un entorno hostil, se nos juzga y se nos critica. Cuando estás frente a alguien que te permite ser tu misma sin tener que justificarte todo cambia. Y como en toda buena conversación, primero habla uno y luego habla el otro. http://www.womenalia.com/
En estos comentarios va implícito prevenir la violencia familiar especialmente la psicológica, donde las personas mayores reprimen conductas o acciones entre adolescentes, asimismo se ocasionan incidentes frente a terceros en la relación entre cónyuges, donde generalmente la mujer, es la víctima o sale maltratada.
Lo ideal es expresarse con toda tranquilidad, y quienes comparten los momentos de recreación se van a sentir personas relajadas, receptivas y predispuestas a escuchar lo que le quieres decir y a compartir opiniones diversas.
Las vacaciones navideñas como otras muchas acciones humanas, también requieren de la comunicación especialmente en el seno familiar, donde a veces tanto hombres como mujeres no compartimos el tiempo suficiente. Se aproximan días sin las presiones externas que pueden convertirse en una oportunidad para expresar el amor y los afectos. Son los mejores regalos que podemos compartir con los seres queridos.
David Fischman , Consultor, conferencista internacional y miembro fundador de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) afirmó: Saber escuchar es más que tener la capacidad de oír las palabras de los demás. Es, principalmente poseer la capacidad de dejar de oír nuestras propias palabras.
*Maestra en Ciencias de la Comunicación
Vacaciones de Navidad: reto o una oportunidad
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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