Melbourne.- Hacer historia. Esa es su misión. Ya escribió más de una página de gloria en su brillante carrera, pero este sábado, en el Abierto de Australia, ella puede concretar una meta soñada, muy especial.
Serena Williams, la Nº1 del mundo, quiere igualar el récord de Steffi Graf, de 22 títulos de Grand Slam en la era abierta al profesionalismo. Su último obstáculo es otra alemana, Angelique Kerber, quien juega su primera final en un gran torneo.
Serena, con 34 años, vive una situación que ya dejó escapar en el pasado US Open, cuando iba ganando la semifinal y sorpresivamente perdió con la italiana Roberta Vinci. Esta vez, la rival tiene otros antecedentes, figura sexta en el ranking de la WTA, aunque está en una ocasión inédita para ella, seguramente con los nervios extras que generan una primera final de Major.
