Sin duda alguna, a quien devino después santo, el gran sacerdote y educador italiano, Juan Melchor Bosco, le gustaría ver este día y muchos otros dedicados a esos seres que acunó con amor y por quienes enfrentó incomprensiones y desafíos que llegaron a cercenar su propia salud y amenazaron su vida.
República Dominicana declaró, sustentada en la ley número 20-93, el Día Nacional de la Juventud, fecha que coincide con la celebración del día de San Juan Bosco, llamado “Padre y Maestro de la Juventud”, quien trabajó con esmero y amor ilimitado para ayudar a los jóvenes de las calles.
Ministerios y personalidades en la República Dominicana, junto a organismos, organizaciones políticas, civiles y religiosas, han llevado a cabo actividades para conmemorar esta fiesta joven y destacar todo cuanto puede realizarse con este sector poblacional que cada vez más se reduce estadísticamente, y al cual se le deben otorgar mayores políticas que prevean y preserven, como debe ser, el futuro nacional.
Para la patria dominicana, los logros de la juventud, y el esfuerzo por su superación y realización en todas las áreas significan más que una tarea, por su determinante acción en todos los sectores, económico, político y social. Pero, el problema mayor que enfrenta hoy la sociedad es la falta de fe, y la carencia de oportunidades que colindan con jóvenes que delinquen, y buscan por los caminos cortos y extraviados de la droga y la violencia derroteros que trastocan sus vidas y ensombrecen el mañana.
En elecciones andamos y esta es una de las aristas más importantes y trascendentales en el panorama de la nación, impostergable y precisa.
Juventud, más que una etapa
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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