El fiscal argentino Alberto Nisman, que antes de morir había acusado a la expresidenta Cristina Fernández de encubrir un terrible atentado terrorista, fue asesinado, dijo el jueves un investigador que pidió que la causa sea investigada por la justicia federal.
La muerte de Nisman, quien en enero del 2015 apareció con un arma y un balazo en la cabeza en el baño de su departamento de Buenos Aires, sumergió en una crisis política al Gobierno de Fernández, cuyo partido finalmente perdió las elecciones presidenciales de fin de año.
En medio de una oscura trama en la que estuvieron involucrados agentes de inteligencia de Argentina y hasta se mencionó a los servicios de Estados Unidos e Israel, nunca se esclareció si el caso fue un suicidio o un asesinato.
Ante la falta de avances en la investigación, la familia de Nisman pidió que la causa sea investigada por la justicia federal, un pedido al que ahora se sumó el fiscal de cámara Ricardo Sáenz al entender que se trató de un homicidio.
«No fue Alberto Nisman quien disparó el arma que le dio muerte, lo que necesariamente lleva a concluir que fue víctima de un homicidio», señaló Sáenz en un dictamen ante la cámara judicial que en marzo decidirá si la causa cambia de manos.
Cuatro días antes de morir, Nisman había acusado al Gobierno de Fernández de haber firmado un pacto con Irán para encubrir a los supuestos instigadores de un ataque terrorista a una asociación argentina-israelí que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires.
Fernández argumentó que Nisman había sido manipulado por un espía con el que solía investigar -y que había sido desplazado de su puesto por su Gobierno- para presentar una denuncia que siempre consideró falsa.
