La organización Transparencia Internacional (TI) investiga las denuncias de corrupción contra el expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014), según revelaciones difundidas en esta capital por el diario La Prensa.
El periódico aseguró que TI solicitó al Parlamento Centroamericano (Parlacen) la separación del exgobernante de su curul, lo que fue desmentido en un comunicado por el presidente de esa institución José Antonio Alvarado.
«En el momento de recibir petición formal, se hará de inmediato conocimiento de la Junta Directiva en su sesión próxima, debiendo conocer prioritariamente del caso y compartirlo con la Comisión de Asuntos Jurídicos e Institucionalidad Regional», aseguró el diputado.
Lo que tengo informado desde el Parlacen es que TI envió a esa Presidencia algunas preguntas acerca de la asistencia de Martinelli a las sesiones y si recibía salario por ser diputado centroamericano, aseguró a Prensa Latina el vocero del exgobernante, Luis Eduardo Camacho.
El tratado constitutivo de ese organismo no permite separarlo y mucho menos expulsarlo, como se dice que solicitaron, porque él es diputado por derecho propio, como todos los presidentes de los países miembros que concluyen su mandato; decir otra cosa es ignorancia, aseveró.
Señaló que el TI está siendo mal informado, porque su capítulo Panamá es «controlado y financiado por enemigos» políticos del líder del Partido Cambio Democrático, los cuales tuvieron problemas dentro del gobierno de Martinelli por falta de pago a sus impuestos y esta es su venganza.
Otra opinión diferente tiene el abogado Miguel Antonio Bernal, quien afirmó a Prensa Latina que la «indebida pertenencia al Parlacen le ha servido a Ricardo Martinelli para refugiarse y no presentarse ante los estrados», y el Convenio Constitutivo permite que él sea removido de su curul.
Considero que su separación de ese organismo «se impone, dado que desprestigia a la institución tener como integrante a un prófugo de la Justicia», aseguró el académico, quien opinó que nunca debió permitirse su juramentación, porque ni siquiera portaba los documentos necesarios de las instituciones del Estado panameño para ello.
El propio Martinelli, en su cuenta de la red social Twitter, publicó la carta en inglés que envió a la sede principal de TI en Alemania, con fecha primero de marzo, donde ofreció su versión de las investigaciones por supuesta corrupción que le siguen en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de su país.
En su misiva señala que en anexos incluyó muestra de que el 40 por ciento de las informaciones de prensa en su contra son publicados por La Prensa y el canal TVN (ambos medios incluyeron copia facsimilar de la carta en sus ediciones) y que hasta el momento ninguno de los argumentos en su contra fueron probados.
La CSJ tiene 12 expedientes los cuales involucran a Martinelli con presuntos delitos, y en uno de ellos por espionaje telefónico, el magistrado-juez de garantías Jerónimo Mejías lo declaró rebelde por su ausencia y a propuesta del magistrado-fiscal Harry Díaz, el pleno de la Corte aprobó solicitar su detención y proceso de extradición desde Estados Unidos.
