Las perspectivas de la población de la provincia de Pedernales con relación al desarrollo de esa demarcación por Bahía de las Águilas son positivas, pues finalmente de acuerdo a sus habitantes se comienza a ver una luz al final del túnel y esperan que el turismo lleve el bienestar que una vez llegó de la mano de la minería.
Recientemente, el presidente Danilo Medina anunció que en los próximos dos meses comenzarán los trabajos de varias obras para el desarrollo del polo turístico de esa provincia.
“Vendrán cosas buenas,” enfatizó el gobernante tras destacar que se tiene programado la construcción de un malecón, un nuevo acueducto, un área de pescadores, la rehabilitación del aeropuerto de Cabo Rojo, y plantas de tratamiento para aguas residuales.
Sin embargo, para los comunitarios de esa jurisdicción pese a que tienen claro que el progreso llegará con los planes y proyectos previstos en Bahía de las Águilas, todos coinciden en que se hace urgente comenzar a ver el inicio de fuentes de trabajo ya sea con el turismo, con la agricultura, o la construcción.
“Hay muchas iniciativas de las autoridades para la cimentación de hoteles y restaurantes y hacer de esta zona un lugar turístico, lo que sin dudas ayudará a mejorar la economía de nuestras familias, pero en lo que el hacha va y viene…“, expuso un ciudadano.
Otros residentes expresaron a DominicanosHoy que aguardan por inversiones millonarias que generen nuevos empleos. “Aquí el clamor es público para que se produzcan cambios que dinamicen la economía, y desde ya, en las esquinas se comenta sobre esa posibilidad y los beneficios que generará”, apuntó Luís Aponte, habitante del lugar.
Dijo que el Estado dominicano necesariamente tendrá que impulsar un proceso de construcción de infraestructuras que dé facilidades a los jóvenes y mejore la vida al resto de sus pobladores con préstamos blandos para la creación de pequeños negocios.
«Aquí no hay nada que hacer y si construyen esos hoteles vamos a sobrevivir todos, pero si por el contrario no lo hacen y se quedan en intenciones y palabras, entonces estamos listos; nos quedaremos sin nada», aseguró Josefina Batista, quien dijo brindar su total apoyo al proyecto.
Esa opinión es compartida por otros pobladores que entienden que los proyectos de infraestructura en la zona y dicha inversión para el desarrollo de polos turísticos, mejorarán las condiciones de vida de sus habitantes.
Mientras, la preocupación de Bienvenido Urbaez, es otra, va en el sentido de que un mayor flujo de extranjeros podría incrementar la prostitución, drogadicción e inseguridad del pueblo.
«Creo que hay que estar positivo con los planes y esperar que lleguen, para luego ponernos de acuerdo a ver qué es lo que queremos, pero no debemos ser tan pesimistas”, enfatizó la señora Idalia Féliz en alusión a los augurios de su compueblano.
A esta posición se sumó Idalia Reyes, pese a que también reconoce que se corren muchos riesgos, pues al desarrollarse el turismo se incrementa la inseguridad, “y las madres deberíamos tener más cuidado con nuestras hijas, porque no estaremos viendo las mismas caras, vendrán más personas extrañas», sostuvo.
Historia Pedernales
Pedernales está ubicada a unos 330 kilómetros de la capital y al sur de todo lo que conocemos como territorio nacional. Otrora provincia minera de la Alcoa (Aluminun Company of América), cerrada el 7 de abril de 1984, es la demarcación más apartada de la capital de República Dominicana.
Las estimaciones poblacionales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), para el 2007 le atribuían una población de 23,835 habitantes, en una extensión de 2,042 kilómetros cuadrados. Empero de acuerdo al periodista de esa demarcación, Carlos Julio Feliz, solamente en la década del 60 la inmigración de técnicos y obreros de diferentes puntos del país provocó un crecimiento poblacional del 33% y a su juicio hoy día alcanzan la cifra de 50 mil.
Pedernales fue separada de Barahona y nombrada provincia en 1958, como política migratoria del gobierno de Rafael Leónidas Trujillo. Desde 1944 hasta el 1984 la minera Alcoa, explotadora de bauxita en la sierra de Bahoruco, fue su principal motor económico. Su superficie es de unos 2 074 kilómetros cuadrados; esto quiere decir que más de un 60 % de su territorio se enmarca dentro de la definición de área protegida. Además, comparte junto a la provincia Independencia otra importante área verde: el Parque Nacional Sierra de Bahoruco.
Bahía de las Aguilas
La Bahía de las Águilas forma parte del Parque Nacional Jaragua, una de las principales reservas protegidas del país. La zona tiene una extensa playa de arenas blancas, aguas calmadas y cristalinas, así como arrecifes coralinos, todo esto rodeado por diferentes especies de hermosos cactus y matorrales propios del bosque tropical.
Los visitantes pueden disfrutar de un paisaje protegido por un farallón de roca caliza, donde viven iguanas verdes, tortugas carey, gansos rosados, entre otras exóticas especies.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), declaró en noviembre del 2002, a Bahía de Las Águilas como una reserva, dándole la categoría y el reconocimiento internacional de patrimonio natural y cultural.
