La Fundación Iberoamericana de Nutrición (Finut) ha desarrollado un informe bajo el título ‘Perfiles nutricionales: intencionalidad científica versus impacto real en salud pública’, con el objetivo de aportar información sobre los objetivos, usos, evidencias, ventajas e inconvenientes de los perfiles nutricionales que facilitan a los ciudadanos la selección de alimentos saludables.
Según ha destacado el presidente de FINUT, el profesor Ángel Gil, el informe «pretende analizar la intencionalidad científica en la creación de los perfiles nutricionales, sus aplicaciones y su impacto real en la salud pública; es esencial disponer de un informe basado en la evidencia científica sobre los perfiles nutricionales a nivel internacional».
Los perfiles nutricionales se aceptan actualmente como un método científico para evaluar la calidad nutricional de los alimentos y bebidas que podría ser utilizado por las autoridades nacionales de diferentes países para promover la salud pública y conseguir los objetivos nutricionales propuestos.
Un problema mundial
El sobrepeso y la obesidad, así como el aumento de la prevalencia de enfermedades no transmisibles relacionadas con la dieta, ha llevado a los organismos internacionales, nacionales y regionales a tomar medidas y acuerdos para mejorar la calidad de la dieta de la población e incrementar los hábitos de vida saludables.
Por esta razón se crean los perfiles nutricionales, que dan respuesta a estos problemas globales, como una herramienta que puede ser muy útil en el apoyo a los ciudadanos para seleccionar alimentos más saludables, en el etiquetado frontal de alimentos, en las políticas de subsidios e impuestos a diferentes grupos de alimentos en función de su papel para la salud.
La población objetivo para regular la publicidad de los alimentos mediante el uso de los perfiles nutricionales ha sido hasta el momento la población infantil, ya que en la edad pediátrica es cuando se establecen los hábitos alimentarios.
Por ello, ha aconsejado el presidente de Finut que «es conveniente implicar a los docentes con la introducción en el currículum escolar de temas relacionados con la alimentación y nutrición, siendo también importante la educación nutricional de padres y tutores como responsables de la selección y compra de alimentos para el hogar».
Para el caso particular de los alimentos procesados, a los que están principalmente dirigidos los perfiles nutricionales, la constante revisión de los mismos está justificada por la aparición de nuevos alimentos, nuevas formulaciones y nuevas técnicas de procesado.
Evidencias
El informe, apoyado en la evidencia científica disponible, aporta una labor de descripción y análisis de los conceptos, usos y justificación que los distintos organismos sugieren para los perfiles nutricionales, así como el detalle de los diferentes sistemas de perfiles nutricionales adoptados en diversos países del mundo y sus aplicaciones.
Un total de 173 referencias se han incluido en esta revisión sistematizada, incorporándose una amplia variedad de documentos, artículos originales, leyes, reglamentos, informes y revisiones sistemáticas.
Los sistemas y modelos de perfiles nutricionales muestran una heterogénea gama de resultados y conclusiones cuando se refieren a su impacto real en salud pública. Por eso, «los modelos de perfiles nutricionales deben estar siempre sujetos a revisión, incluidos cambios drásticos, de acuerdo con los resultados que se obtengan utilizando procesos de validación estandarizados», ha aclarado el presidente.
«La implementación de los perfiles nutricionales debe estar acompañada y respaldada por la educación alimentaria nutricional dirigida a la población de cada país, con la finalidad de garantizar la interpretación adecuada del término saludable», ha afirmado.
Además, el profesor Ángel Gil ha recomendado que «la creación de perfiles nutricionales debe responder a un proceso metodológico sistemático, transparente y lógico, de manera ideal consensuado entre los diferentes sectores implicados de cada país o región».
Los perfiles nutricionales existentes pueden provocar confusión sobre la objetividad de la metodología utilizada y pueden llegar a ser imposibles de cumplir. Todo ello redunda en «la necesidad de consenso entre los diferentes actores implicados en la alimentación de la población», ha declarado el profesor.
Todavía queda mucho
La gran avalancha de sistemas de etiquetado en los alimentos hace necesario que se estandaricen los símbolos y se establezcan criterios para su uso, puesto que los alimentos que contengan etiquetado frontal podrían confundir al consumidor, haciéndole creer que son más saludables que aquellos alimentos que no presentan ningún tipo de etiqueta.
«Queda mucho por recorrer en cuanto a la definición, implementación y evaluación de los perfiles nutricionales; debemos continuar con la evaluación y la mejora constante de los diferentes modelos de perfil nutricional a nivel internacional y su aplicación o adaptación a países concretos», ha concluido.
En Latinoamérica, países como Brasil, México, Perú, Chile, Argentina y diferentes naciones caribeñas llevan años trabajando en la regulación de alimentos poco saludables y la publicidad dirigida a niños. En España se han implementado diferentes iniciativas en este ámbito, todas ellas inscritas dentro de la Estrategia Nacional para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS).
Entre ellas, resaltan algunas medidas como el acuerdo suscrito con el sector panadero para la reducción progresiva del porcentaje de sal utilizado en la elaboración del pan del 2.2 por ciento hasta el 1.8 por ciento en un periodo de 4 años, o la puesta en marcha del código PAOS (Código de Autorregulación de la Publicidad de Alimentos).
Desarrollan informe sobre perfiles nutricionales para facilitar selección de alimentos
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