El ejercicio de la profesión ha sido la causa por la que periodistas en todo el mundo son asesinados o agredidos, registrando en los últimos seis meses 12 muertes en Latinoamérica; mientras que 84 fueron víctimas de violencia durante el 2015.
Esta situación ha sido tema principal en la reunión de medio año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), celebrada desde el 8 al 11 de abril en Punta Cana, donde los presentes revisaron el comportamiento de la libertad de prensa en las Américas.
La actividad contó con la participación de los ejecutivos de medios escritos, así como la asistencia del mandatario dominicano, Danilo Medina; el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, (OEA) Luis Almagro; Alberto Ibargüen, presidente de la Fundación John S. y James L. Knight; también líderes políticos y empresarios.
El informe de la SIP determinó que el crimen organizado y la corrupción política son los principales enemigos de los periodistas y la libertad de prensa en América Latina. En tal sentido, Danilo Medina se comprometió a respaldarla y firmó la Declaración de Chapultepec, que se basa en el concepto de que “ninguna ley o acto de gobierno puede limitar la libertad de expresión o de prensa, sin importar el medio que se trate”.
En tanto, la SIP solicitó a México tomar las «medidas necesarias» para proteger debidamente la labor de los periodistas mexicanos y detener el «derramamiento de sangre al que están sometidos estos profesionales».
En una resolución la entidad demandó la investigación «rápida y con firmeza» de los casos de violencia contra periodistas y, en particular, las «amenazas impunes» que se vierten contra ellos a través de las redes sociales
El presidente de la Comisión de Libertad de Expresión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el uruguayo Claudio Paolillo, manifestó: “Ha llegado el momento de exigir la imprescriptibilidad de los crímenes contra los periodistas y que los mismos sean considerados delitos de lesa humanidad”.
Resaltó que en Perú y en República Dominicana han persistido los ataques y amenazas e intimidaciones contra periodistas. En Ecuador se impusieron 78 medidas disciplinarias contra los medios mediante la Superintendencia de la Información de Comunicación (Cordicom).
Lo cierto es que aunque se garantizó la libertad de prensa en el país, esto no será posible mientras los medios de comunicación estén concentrados en un grupo económico que controla la opinión pública y la difusión de la información. Tal es el caso de la prohibición del documental del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el cual fue rechazado porque alegadamente contenía datos difamatorios y era parte de una campaña sucia en contra de Medina; sin embargo, muchos se preguntaron dónde estaba lo “sucio” del material audiovisual. Se debió permitir que fuera la sociedad quien valorara la información ahí contenida.
No obstante, confiamos en que algún día este objetivo se convierta en una realidad, para que verdaderamente exista una libertad de prensa y del ejercicio que permita al profesional ejercer su oficio con toda dignidad.
