La ruta se hace ya estrecha; la campaña electoral está en su punto máximo y el calor enceguece en ocasiones, por lo que desde ahora conviene “bajar” los ánimos, pues sin Ley de Partidos y sin “aguante”, pueden ocurrir hechos bochornosos que para nada ayudarían a los aspirantes al poder de uno u otros partidos.
El candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, ha acusado al gobierno y su estructura mediática de “establecer un control absoluto del contenido y de la línea de opinión de los principales medios de comunicación del país”.
Si bien estas declaraciones fueron pronunciadas ante los miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la realidad es que el peso de la propaganda del partido oficialista se hace sentir, de tal manera, que la balanza anda “desbalanceada”, a ojos de todos y todas, sin duda alguna.
Abinader está visiblemente molesto por el impedimento a la transmisión de un video sobre supuestos actos de corrupción del gobierno del presidente Danilo Medina, que había preparado su organización y en realidad muchas personas se preguntan si este es el mejor camino, pues no es en el “desprestigio del otro” que se gana el propio; ni tampoco omitiéndolo, claro; pero hay que dirigir bien las palabras y discusiones que reafirmen el liderazgo y la autoridad que la sociedad necesita ver en sus dirigentes.
Ni silencios a ultranza ni algarabías pretensiosas. El fin de la meta está al llegar y lo mejor sería iniciar este nuevo periodo presidencial con aptitudes y poses educadas y dignas de este pueblo que está harto de vulgaridades políticas como sillazos y discrepancias internas demasiado evidentes para ser ocultadas.
Al final de la ruta: Ojo, cuidado…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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