La Pachamama ( Madre Tierra) o Mama Pacha es la manera en que los Incas denominaban al planeta Tierra, en forma de una diosa totémica a quien se ofrecían presentes.
Este 22 de abril se conmemora globalmente “El Día de la Tierra”, una idea que promovió el senador estadounidense Gaylord Nelson, a fin de concientizar a la población mundial sobre los temas de de contaminación, conservación de la biodiversidad y las muchas preocupaciones ambientales que existen y sin las cuales resulta imposible proteger a la Tierra, que significa proteger la vida.
Ver a la Pachamama como el hogar común, como la madre de todos y todas, no significa mera expresión cultural, literaria o poética. Lo cierto es que la contaminación ambiental mata cada año 7 millones de personas, tal y como escribe Xavier Fonseca en un interesante artículo, en el cual señala que “desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, cada vez que se viola alguno de estos códigos de convivencia entre naciones, hay vencedores y vencidos. Sin embargo, hoy nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho que, aunque no aparece como tal en el texto, sí lo es para los seres humanos, la calidad del aire que respiramos. Un atentando a los ciudadanos que no responde a riqueza, raza o religión”.
Pese a que muchos seres humanos preocupados y ocupados en el tema reflexionan que no existen soluciones fáciles y que las cifras son muy preocupantes, aún queda en ese ambiente maltratado la fe de un futuro mejor y en cumbres como la conferencia sobre Cambio Climático de París pudo desterrarse el escepticismo; aunque nadie duda de que el Calentamiento Global es un hecho y sus efectos demasiado evidentes, tomar mayor conciencia del tema, sobre todo por parte de las naciones que más producen daños ambientales, ha sido un paso definitivo, al menos, un paso… Sin olvidar objetivamente que existe un aumento de las temperaturas que pueden intensificar los períodos de ozono alto y todo lo demás.
En fin, que en este Día de la Tierra unos 200 países, con millones de habitantes, reflexionan y miran en su entorno esa maravillosa obra erigida sobre la madre tierra: “Nuestro planeta -con su alternancia entre el abrasador calor y el glacial frío, sus picos serrados y sus profundas zanjas- puede no ser siempre amable con sus habitantes. Sin embargo, de alguna forma la fauna y la flora logran prosperar. En un día como hoy, recordamos y celebramos nuestra casa dentro de este gran e impresionante ecosistema”. ¡Feliz Día de la Tierra!
La Pachamama, su día
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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