Diez colombianos que se presume formaban parte del mexicano cartel de Sinaloa fueron imputados por varios delitos relacionados con el tráfico de drogas.
De acuerdo con la oficina de prensa de la Fiscalía General, los 10 capturados fueron acusados formalmente de la fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones; lavado de activos, enriquecimiento ilícito, uso de menores para la comisión de delitos y concierto para delinquir, el acuerdo entre dos o más personas para cometer un número indeterminado de delitos, entre otros ilícitos.
El parte oficial indicó que «estas personas formarían parte de una red delictiva dedicada al narcotráfico y al lavado de activos, no sólo al servicio del citado cartel (de Sinaloa), sino que sería enlace con grupos al margen de la ley» colombianos.
Entre esos grupos estarían frentes de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Las detenciones se produjeron en las ciudades de Cali e Ipiales, en el suroeste colombiano, tras 10 meses de investigación.
