El año comenzó y continuó con hechos que han conmovido a la opinión pública. Los escándalos de Odebrecht tocan cada vez a más países y se extiende como dinamita. Un comentario periodístico señala ”como si faltara más combustible para este escándalo trasnacional, la ONG Transparencia Internacional anunció que examinará con lupa todas las operaciones que las compañías constructoras brasileñas relacionadas con el escándalo de Petrobras tienen en siete países de América Latina: Argentina, Chile, República Dominicana, Guatemala, Panamá, Perú y Venezuela, y pidió de manera oficial que los gobiernos de esos países colaboren con la justicia de Brasil en las investigaciones”.
Muchas reflexiones se extienden de estas propuestas y “puestas en escena”; por ejemplo, se preguntan algunos, no solo quienes leen entre líneas “¿Estará Brasil perdiendo peso en la región? Si Dilma continúa obligada en concentrarse en los problemas internos que azotan a su gobierno (…) el poder del líder político y económico de América Latina podría debilitarse seriamente. El gigante regional iba camino de convertirse en uno global. ¿Será posible que por cuenta de la corrupción se esté revirtiendo esa tendencia?”.
La RED de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad denunció “en esta hora crucial el grave intento golpista contra la presidenta Dilma Rousseff… analistas políticos concuerdan en que un impeachment (juicio político) sin base legal, puede considerarse como un golpe de Estado…”
Resulta que “la más poblada y geográficamente extensa nación latinocaribeña”, que con Luiz Inácio Lula Da Silva, tuvo la posibilidad de sacar a millones de seres de la pobreza, vive momentos de incertidumbre y su seguidora en el poder podría ser juzgada y destituida.
La propia Dilma Rousseff expresó en declaraciones a la prensa: “Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe”.
Ante la actual crisis de Brasil, en la cual se llama al diálogo, sin rupturas democráticas, las preguntas son lógicas y las respuestas obvias. ¿Qué sucede en nuestro mundo? ¿Será que los sectores ultraderechistas no desean un Brasil inclusivo de las grandes mayorías, y soberano, alineado a la multipolaridad y no a la unipolaridad imperial?
Preguntas lógicas, respuestas obvias
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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