El clientelismo podría avasallar candidatos partidos minoritarios

La enorme cantidad de recursos invertidos, tanto por candidatos a la Presidencia de la República como a cargos congresuales y municipales, coloca en desventaja a los aspirantes de partidos y pequeñas agrupaciones, quienes no cuentan con presupuestos para sustentar su promoción y complacer las apetencias de los votantes, que cada vez demandan prebendas con más arrebato.
 
“Dame lo mío, ¿qué tú me vas a dar o que me trajiste?”, son las expresiones más comunes escuchadas en los recorridos o manos a manos de los candidatos, en busca del voto popular.
 
La situación pone en desventaja a los aspirantes de los partidos como Alianza País (Alpaís), Fuerza Nacional Progresista (FNP), y Alianza por la Democracia (APD), entre otros, que no disponer de dinero para comprar conciencias, sino que se limitan a llevar programas de orientación dirigidos a lograr apoyo basado en la promesa de hacer un gobierno diferente e impulsar reformas favorables a la población más pobre.
 
Entretanto, los candidatos del partido en el gobierno (de la Liberación Dominicana), exhiben con gran desparpajo el derroche de dinero, no solo con la entrega de billetes y el pago de dieta a los participantes en sus caravanas, sino en el montaje de grandes eventos y la entrega de regalos.
 
Igualmente, desde el gobierno central y los ayuntamientos ejecutan pequeñas obras demandadas por años, y que ahora empiezan a solucionar con la intención de obtener el favor de los electores.
 
Asimismo, utilizan como estrategia para lograr puntos los programas de ayudas sociales ejecutados por la Presidencia de la República, a fin de que los beneficiarios  favorezcan el candidato del partido en el gobierno.
 
Desde esta perspectiva, los aspirantes a cargos congresuales y municipales de los citados partidos, abrigan poca esperanza frente a los del oficialismo, que se estima invierten entre 20 a 30 millones de pesos para continuar ocupando sus curules.
 
En la Cámara de Diputados, por ejemplo, el clientelismo es alimentado todo el año con el reparto de grandes sumas, que son destinadas por los legisladores en sus distintas demarcaciones en la entrega de obsequios a sus seguidores.
 
Estos recursos alcanzan al año la suma de RD$650 millones, la mitad del presupuesto que destina Salud Pública a los llamados hospitales tradicionales, según ha explicado el doctor y postulante a diputado por Alpaís, Senén Caba.
 
El dinero es repartido, en sumas parciales, principalmente en Navidad, Día de la Madre y hasta en Semana Santa, en la cual le entregan a cada legislador RD$100 mil para los ingredientes de la preparación de las habichuelas con dulce.
 
Algunos creadores de opinión han calificado al clientelismo político como algo perverso que se ha manifestado, primordialmente, con los partidos en el gobierno, que en busca de perpetuarse en el poder abruman a sus oponentes con el uso de los recursos públicos.
 
El clientelismo es un fenómeno que en los últimos años ha devenido elemento dominante de la política, puesto que ha comenzado a convertir al Estado en un gran mercado, donde los dueños del dinero son los que hacen las mejores ofertas.
 
Abinader  habla al respecto
Al tema se ha referido en distintas ocasiones el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, quien ha calificado la presente campaña como una de las más desiguales por el uso desmedido de los recursos del Estado.
 
No obstante, ha establecido que solo Dios puede evitarle a este pueblo el deseo de cambio que tiene la gente, por el abuso y uso de los recursos del Estado, sostuvo en una entrevista para el periódico El Caribe.
 
Denunció el candidato presidencial del PRM que si Danilo Medina continúa con la carrera de gastos que lleva en la campaña electoral, el déficit será de 120 mil millones de pesos. “El déficit del 2012, él lo cubrió con una reforma tributaria y ya anunció que piensa hacer otra para cubrir ese déficit”, subrayó, e indicó que a esa cifra hay que sumar los 29 mil millones acumulados en el primer trimestre del presente año.
 
Sobre la diferencia en los recursos económicos que recibe su partido frente al Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, Abinader explicó que realizan la campaña con esfuerzo colectivo de los miembros de la organización y los aportes de amigos. “Esos 420 millones del PLD constituyen la caja chica de la campaña y lo que al PLD le sale en 10 millones, nosotros lo hacemos con RD$100 mil”, apuntó.
 
Agregó que hacen una campaña sin parafernalia y basada en propuestas y que llegan a los lugares con más o menos cuatro vehículos. “Esa caravana de vehículos de lujo del PLD es un insulto a la pobreza de comunidades como las del suroeste; pasar con esa cantidad de yipetas enseñándoles el poder y en cada esquina una tarima, es un insulto a la pobreza y lo que demuestra es la falta de sensibilidad que tienen”, puntualizó.
 
Luis Abinader expuso que siempre mantendrá su forma de persona sobria, porque así es su familia: “Esta gente tiene una indigestión de poder y quieren enseñar lo más que puedan, pero tendrán un ajuste de cuentas el 15 de mayo”.
 
Concluyó que debido a que no hay ley de partidos y que la ley electoral es obsoleta, la Junta central Electoral no ha podido controlar el supuesto uso de los recursos del Estado: “Pero de quien yo me llevo sobre el uso de los recursos del Estado es de Danilo Medina, que dice que cuando un Presidente está en reelección se pierde el control de que es de la campaña y que es del Estado”.

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