Mucho trabajo; pocos beneficios, a 127 años Día del Trabajador

El domingo primero de mayo es el Día Internacional de los Trabajadores, pero el Ministerio de Trabajo de la República Dominicana decidió pasarlo para el lunes 2. Esta celebración nació con la probación en 1889 por el Congreso Obrero Socialista de la segunda internacional celebrado en París, Francia, como un homenaje a los mártires de Chicago; 5 sindicalistas que fueron ejecutados en los Estados Unidos por participar en una gran huelga, donde exigían 8 horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa.
 
A finales del siglo XIX y principios del XX, las condiciones de estos trabajadores eran similares a la esclavitud. No había límite de horario, las jornadas eran entre 12 y 16 horas al día, no tenían descanso ni vacaciones, el ambiente laboral resultaba asfixiante y el salario apenas daba para comprar un pedazo de pan.
 
Es en este escenario que comienza a despertar la conciencia de los jornaleros y como consecuencia de ello se incrementan las movilizaciones en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, lo que produjo que se reconociera la tanda laboral de 8 horas, por los empresarios, el gobierno norteamericano y demás países.
 
La lucha de estos trabajadores a nivel mundial, ha hecho posible el reconocimiento por la comunidad internacional de la libertad sindical y el derecho de sindicalización como derecho humano fundamental.

Situación en República Dominicana
Pese a que en el país se promulgaron las primeras leyes de trabajo en los años 30 y luego se conocieron la ley sobre contratos de trabajo (1946) y el Código de Trabajo (1951), no fue hasta después de concluida la tiranía de Trujillo cuando se organizó el movimiento sindical. Es verdad que hubo huelgas bajo la dictadura, como las de San Pedro de Macorís y La Romana en los años 40, pero la estructura del sindicato de empresa, la libre negociación colectiva y las paralizaciones de laborales aceptadas y protegidas por la Ley sólo alcanzaron su plenitud una vez recobrada la libertad.
 
Desde entonces, son muchas las conquistas logradas por el movimiento sindical dominicano, que en 1991 concertó con los empresarios un nuevo Código de Trabajo que rige actualmente las relaciones laborales. La concertación social se ha abierto paso y en la Constitución se consagran los derechos fundamentales de los trabajadores.
 
Sin embargo, la situación actual de los trabajadores dominicanos pasa por innumerables retos y desafíos, a pesar de que cumplen con su jornada de 8 horas laborales, el salario no alcanza para cubrir las necesidades básicas, mientras la inflación aumenta de forma progresiva.
 
Aunque los sindicatos de trabajadores han intentado entablar un diálogo con los patronos para que el sueldo se equilibre con el costo de la canasta familiar, aún continúa siendo una hazaña llegar a final de mes o adquirir los productos imprescindibles para la supervivencia humana.

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