El tan esperado domingo 15 de mayo está aquí, preñado de lluvias y humedades que colmaron las presas satisfactoriamente; pero también provocaron deslaves, desplazados, provincias incomunicadas y hasta dos menores fallecidos en lamentables accidentes.
La fecha es histórica, simbólica y día en que cada dominicano y dominicana debe sentir muy profundo el sentimiento de su deber, porque cada quien sabe que su voto vale y decide quién o quiénes regirán los destinos de la nación. Si no fuera así no hubiera existido tanto movimiento proselitista en el país, ires y venires de los principales candidatos llamando a votar por él; correos, llamadas telefónicas y cientos de mecanismos más todos los cuales tendrán su colofón en el día final de las elecciones.
De la disciplina, y el denominado comportamiento cívico dependen los resultados y que estos se den a conocer con el enfoque democrático y digno que merece la nación dominicana. El llamado a la prudencia y el civismo no está de más, y ojalá podamos hablar de un proceso “complicado”, sin duda; pero civilizado, que dejó experiencias, pero no violencias ni otras penas…
¡A Votar!, deber ciudadano
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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