El jurista romano Ulpiano la definía como la perpetua y constante voluntad de dar a cada uno lo suyo. Aristóteles decía que la justicia consiste en dar igual a los iguales. En sentido ideal es la realización y suma de virtudes.
La justicia política es el procedimiento judicial que se sigue a funcionarios públicos que han cometido acciones contrarias a la ley en el ejercicio de sus cargos. El procedimiento se llama juicio político. Aquí en dominicana con jueces políticos amarrados con el acusado es la puerta sin cerradura para el crecimiento y reinado del desacato consuetudinario en el sistema negocio de adversarios políticos donde no importan las pruebas de acusación, se conoce el veredicto esperado: inadmisible o el No Ha Lugar. En el caso del acusador Procurador recordaría el Agamenón de Esquilo: “Dios nos conduce por el eterno camino de la sabiduría, y la verdad solo se aprende a costa de sufrirla”.
La corrupción se roba todo, las necesidades, precariedades inquietan. Recordamos a Aristóteles: “Sólo los locos y los Dioses pueden vivir en paz”. El emperador Marco Ulpiano Trajano. Nada de idea de juristas decidió acabar con la corrupción. Como acusador en el Senado sentenció a los corruptos, comenzando con el más conocido Mario Prisco quien fue condenado al destierro eterno y multa para recuperar el dinero robado.
Mientras el politicastro busque la riqueza en el desacato a la virtud, el pueblo no saldrá de sus calamidades. Pero, nada está perdido, se que llega el tiempo con la verdad que ninguno puede evitarla.
Nuestro invitado de hoy. Gandhi: “Todo lo que tomamos se lo quitamos a otro de la boca”. “Uno comete un robo, otro lo encubre, un tercero acaricia la idea. Los tres son ladrones”.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
Meditabundo: ¡Oh Diosa sin venda! De la Justicia…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page