Los países del “nuevo mundo” se reunieron en la VII Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), en La Habana, Cuba y comprendieron que son muchos los grandes retos que enfrenta la región como consecuencia del cambio climático.
Los debates en este encuentro reflejaron, sobre todo, y una vez más, la necesidad de la integración a fin de que las voluntades políticas sustenten la proclama de América Latina de paz y la necesidad de una estabilidad que marque su soberanía y autodeterminación como metas esenciales.
Temas como la desregulación del mercado, la pobreza y el neoliberalismo, con la consecuente reducción de responsabilidad de los estados se incorporaron a los debates.
¿Más visibilidad para la América nuestra? ¿Serán estas cumbres verdaderas vías para que los actores desarrollen estrategias que favorezcan la implementación de acuerdos y planes de acción que ejecuten esas medidas que deben salvar esta área geográfica que habitamos?
El tiempo determinará las certezas; pero, sin duda alguna, este encuentro cifra esperanzas. Tal y como dijo Alfonso Múnera Secretario General de la AEC, “El Caribe nuestro vive hoy uno de sus momentos cruciales”.
Seguir trabajando en armonía y con equipamiento tecnológico adecuado, espacios de diálogos consolidados y un conjunto importante de proyectos en las áreas prioritarias, según sus propias palabras, podrán ayudar esta diversidad de geografías y poblaciones diversas que integran el Gran Caribe, con todo integrado.
Sí, “somos tan distintos y tan parecidos al mismo tiempo, esparcidos en casi una infinidad de pequeños territorios…;” pero, a pesar de las “serias desventajas estructurales para competir en una economía global, controlada con demasiada frecuencia por las grandes transnacionales…” este factor que es el cambio climático y su terrible impacto sobre los recursos solo puede enfrentarse si se actúa unidos y, en definitiva, aferrados a la impostergable necesidad de salvar la patria grande de la que todos somos parte.
Se trata de salvar la patria grande
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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