El geólogo Osiris de León instó este jueves a que en las construcciones de suelos blandos se trabaje más con muros que con columnas; al tiempo que se mostró partidario de no hacer edificaciones altas como las que se realizan en la actualidad.
“En lugares como los Prados, San Gerónimo o el Valle del Cibao, soy partidario de que se haga bajo esta modalidad”, apuntó.
Explicó que el comportamiento de los suelos durante un terremoto y con posterioridad a este, va a depender de sus características, de cuán flexible o cuán rígido sea.
El especialista revela que los tramos arcillosos, limosos o arenosos serán totalmente diferentes a los que contengan esencialmente roca.
“Los suelos arcillosos, limosos y arenosos son flexibles y tienden a amplificar el espectro sísmico, en cambio uno con presencia de una roca se comportará con más estabilidad”.
A juicio del experto lo que se quiere es que el día que se presente un terremoto de gran magnitud, los edificios se comporten como bunkers, que no generen una sola grieta y que se estén al nivel que se esperaba dentro del código de construcción; pero, además, que se consolide la seguridad de la gente.
“Aquí se quiere trabajar con un sistema del espejo: lo que hace una persona en un lugar, otra lo hace también en zonas diferentes; sin embargo no se analiza si allí lo edificaron sobre una roca o sobre suelo, que son cosas diferentes”
