Hipócrates, gran maestro

Al doctor Herbert Stern (historiador de la medicina)
Este sabio nació en el año 460 y murió en el año 377 (antes de nuestra era). Se educó con su padre Heráclides . Fue formado en Atenas (Grecia) por un grupo de filósofos llamados sofistas. Aunque nacido en la isla de Cos, casi toda su vida la desarrolló en Tesalia.
 
Escribió 76 tratados y de ellos quiero resaltar la recopilación de sus Aforismos, cuya versión en latina fue publicada por primera vez en el año 1675.
 
Decía el maestro: “Cuando el sueño calma el delirio es buena señal”. En la práctica psiquiátrica cuando un paciente está agitado y hablando cosas sin sentido y luego despierta de un largo sueño inducido por psicofármacos , generalmente está más calmado.
 
“Si el sueño y el desvelo son excesivo es de mal agüero”. El padre de la medicina se refirió a la hipersomnia propia de los depresivo,s que “duermen mucho pero no descansan”. El insomnio rebelde que puede afectar a múltiples condiciones como el trastorno de los estados de ánimo; las manías; la excitación por drogas etc. es de mal pronóstico en las crisis agudas.
 
“Cuando un exceso de bebida le sigue al dolor y al delirio, es malo”. Las intoxicaciones agudas por exceso en la ingesta de alcohol pueden llevar al llamado deliriuns tremens. También una borrachera por duelo o pérdida suele complicar hacia una depresión profunda. El pueblo dice: “Los tragos se le fueron a la cabeza”…
 
“El miedo y la tristeza cuando duran mucho constituyen una afección melancólica”. Este genio vaticinó que los estados de tristeza prolongados con angustia pueden llevar a depresiones mayores (melancolía).
 
Otra de las contribuciones de Hipócrates fue que se negó a atribuir un origen divino a la gota o a la epilepsia, expresando claramente que su origen era cerebral.
 
“El llorar por cualquier cosa en la fiebre o en la enfermedad, no es malo; pero si las lágrimas salen involuntariamente, no es bueno”.
 
Aunque son muchas las afecciones que devienen en lágrimas , este aforismo nos remite a tener cuidado con esa lloradera sin motivos aparente e insinúa que las lágrimas no solo se producen por el dolor de origen orgánico sino también por emociones que van de la alegría a la tristeza.
 
Cuando los Hipocráticos describieron la histeria como resultado de un “útero insatisfecho” no se equivocaron del todo, pues ese trastorno en el desarrollo de la personalidad se asocia frecuentemente a mujeres y a trastornos psicosexuales.
 
Una frase lapidaria que se le atribuye a este gigante respecto al trabajo de los médicos es la siguiente: “La vida es corta, la ciencia larga; la oportunidad fugaz; el experimento peligroso y el juicio difícil”.
 
¡ Gracias Maestro!
 
¡Que los Dioses del Olimpo os consagren para siempre!
¡Que viejas e inolvidables son sus grandes verdades”!!
¡Venerémosle por siempre y para siempre!

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