Si bien alarma la situación de precariedad en que vive la niñez dominicana, y se sabe que el trabajo infantil y otras dolorosas cifras muestran las imágenes más tristes de los menores en el país, las estadísticas presentadas en el informe anual del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), titulado “Una oportunidad justa para cada niño en República Dominicana”, describen un panorama de incertidumbres y penas para quienes debían vivir con el máximo esplendor de las sonrisas en sus rostros.
Se habla de los otrora compromisos del milenio, que ahora reciben nombre diferente. Da igual, la tasa de mortalidad neonatal es de 25 por cada 1,000 nacidos vivos, la tercera más alta de América Latina, solo superada por Haití y Guyana. Mientras que cada día mueren 13 bebés antes de tener 28 días de nacidos.
La pobreza sigue siendo flagelo que marca las desigualdades en grado sumo. La probabilidad de morir un niño pobre antes de los 5 años es casi el doble que la de uno rico y si se habla de la sagrada educación, los datos también son precarios, pues el 26.8% de los menores más pobres están fuera de la escuela secundaria en comparación con el 4,3% de los ricos.
La niñez no sonríe así…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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