Aplicar el imperativo del deber que hace a la persona responsable de sí mismo, enfrentar que su vida sea plena, no otros. Ser el único responsable de lo que hace. Siempre tener la disposición de responder por sí mismo, ser ético. Todo lo bueno y útil surge del deber cumplido, es óptica inclinada de la moral y ética como parte primordial de la responsabilidad.
Todo el que ejerza un cargo debe preguntarse. ¿Para qué estoy en este trabajo. Qué hice hoy, como lo hice. Qué se espera de mí? Tener las respuestas en conexión lo que surge de ellos, de seguro le será útil este autoanálisis de propia sinceridad, no engañarse a sí mismo. Los sitúan consigo mismo, con los demás y con Dios.
Esta es una enseñanza que se adquiere con la práctica y se obtiene el cero error. La experiencia indica que todo lo aprendido por los sentidos constituye la materia del conocimiento humano, en sí, conjunto de fenómenos conocidos y conocibles.
Las preguntas y respuestas que nos hacemos, impulsan a tomar decisiones para el buen vivir en comunidad. Los métodos, medios a utilizar sean tan puros como los objetivos que se desean vivir la templanza, honor y disciplina cívica con el amor como guía. No permitir que nada indique, lleve a lo contrario. La vejez enseña que lo importante que vida tendrán los años y no lo que vivimos. Ser virtuoso, llevar una vida responsable y consecuente ante sí mismo y ante los otros. Como platicaba Platón. “La virtud es una especie de salud, de belleza y de buenas costumbres del alma”.
Recibimos lo que hacemos, siempre se paga el mal que hacemos. Epicteto enseñaba a sus alumnos romanos. “A la larga, todo hombre sufre el castigo de sus malas acciones. El hombre que recuerde esto no se enfadará con nadie, no se indignará con nadie, no culpará a nadie, no ofenderá a nadie, no odiará a nadie”.
Educar es enseñar a vivir bien, con la importancia de que el alumno vea, esté consciente que el maestro es un ejemplo a seguir. Enseñar es entregar la vida basada en los sanos principios. Moral íntegra, sincera, explicar la forma de vida. Sea un diálogo de pregunta al maestro.
La virtud deber es: responder de algo, comprometerse a favor de algo, estar al servicio de la vida: me ocupo de otra cosa. Acepto el desafío que me plantea lo que me incumbe y tiene que ser resuelto.
Ninguna sociedad puede sobrevivir si le falta esta actitud activa y fomentadora del bien.
El filosofo Zenón de Citio, maestro del estoicismo, tenía como lema de su escuela el deber. Y aplicaba como lo más importante creador de la felicidad el deber cumplido.
Se llega a una situación feliz cuando el deber es amado como un bien. Esto tiene mucho que ver con la plenitud humana.
Cuando tomamos decisiones arrastramos nuestros sentimientos. Los sentimientos se mueven cuando se descubre en el deber su aspecto de belleza.
La voz de los deberes es otra voz que nos dirige la naturaleza, es la voz que nos llega de las cosas que nos rodean. Lo esencial es actuar con la conciencia del deber y por deber.
Nuestro invitado de hoy Aristóteles: “Educar a un hombre es enseñarle a tener buen gusto para obrar, a amar lo bello y a odiar lo feo”. Entendemos se trataba de orientar y reforzar las reacciones naturales ante las acciones nobles e innobles.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.
Meditabundo: La educación es enseñar a vivir bien
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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