Bajarse de los tacones por el bien de la salud‏

“No me puedo concentrar encima de unos zapatos planos”. Esta fue una de las tantas perlas que ha dicho la ex Spice Girl, Victoria Beckham. La viva imagen de la mujer con tacones, la diseñadora que siempre caminaba con unos centímetros de más, tuvo que bajarse de las alturas hace unos meses por recomendación médica.
 
El pasado febrero, la ahora empresaria cerró su desfile en la semana de la Moda de Nueva York sin sus inseparables stilettos. Se quitó los tacones para mostrar su perfil más sport tras años haciendo oídos sordos a las recomendaciones de los expertos. “Ya no puedo ponerme tacones, al menos cuando estoy trabajando. Viajo mucho y la ropa tiene que ser simple y cómoda”, declaraba la ex chica picante.
 
Y su caso nos demostró, una vez más, que aquello que nos hace parecer más estilizadas, más femeninas, no siempre es sinónimo de saludable. De hecho, el uso abusivo de los tacones puede provocar lesiones artrósicas irreversibles, como nos cuenta la fisioterapeuta y osteópata, Flor María Trujillo.
 
“Andar sobre tacones altos desplaza el cuerpo hacia delante y obliga a los dedos y al antepié a soportar todo el peso, provocando dolor en estas extremidades”, puntualiza la experta. Un desplazamiento del cuerpo que hace que todas las posiciones articulares del pie cambien: el tobillo está más flexionado, la rodilla y la cadera también y se incrementan las curvaturas en la espalda. O dicho de forma técnica, “hiperlordosis lumbar, que en casos extremos puede provocar la hernia”, sostiene Trujillo.
 
Además, todos estos efectos en nuestro cuerpo pueden generar cambios artrósicos en la rodilla, “de alguna manera irreversibles tanto en el pie como en otras partes del cuerpo”, revela.
 
Y entonces, ¿ya no podemos sentirnos un poco más altas de lo habitual? Por supuesto que sí. El punto está en encontrar el equilibrio, en no abusar de los tacones y en dar la altura adecuada. ¿Y cuál es esa? Pues como nos explica la experta, lo que más le conviene a tu pie es un zapato tipo peeptoes, con un poco de base por delante.
 
Las medidas exactas serían 2 cm en la parte delantera y 4 cm de tacón o cuña por detrás. Y por supuesto “cuanto más ancho es el tacón, más estabilidad tendrá el cuerpo”, puntualiza la experta.
 
Pero si eres de esas mujeres que está acostumbrada a llevar tacones por su tipo de trabajo, la experta recomienda cambiar de calzado en los momentos en los que no sean necesario y, sobre todo, en cuanto llegues a casa ¡busca la máxima comodidad para tus pies!

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