Los menores siguen en la casa hasta el reinicio de las clases, mientras que padres, madres o tutores buscan en sus mentes y bolsillos cómo pasar estos días de intenso calor. Algunos han logrado tomarse unas vacaciones que, en verdad, resultan intrascendentes, pues la pregunta es: a dónde ir, qué hacer, cómo recrearse y lograr que hijos e hijas guarden en sus memorias unos días lindos y no el tedio apretado en cada amanecer. El problema es que el salario no satisface las necesidades elementales y si bien el país crece y crece, la economía en cada hogar anda en reversa.
Algunas familias se van al mar; otras a los ríos y hubo quienes armaron las piscinas en el patio o afuera. Pero, el sueño de un fin de semana en algún hotel, que no tenía que ser 4 o 5 estrellas, quedó precisamente en eso, en un sueño.
Lamentablemente, el televisor y sus “enlatados” programas no pueden satisfacer demandas, pues se repiten las películas y las series, cuando más embullan, detienen su andar…¡hasta la próxima temporada!
Podría hablarse de juegos en espacios abiertos para niñas y niños; en tanto los mayores “echan” partidas de dominó, mientras intentan mitigar el intenso calor; pero, aquí viene lo peor, que es la seguridad ciudadana y el miedo a ser asaltados, golpeados o quién sabe qué…
Indudablemente, las opciones son escasas; y aunque teatros, salas de cine, ciertas plazas y parques, museos, galerías deseen atraer públicos potenciales, las realidades antes mencionadas impiden esa recreación y empleo útil del tiempo libre, que tanta falta hace a todos y todas.
¿Y las vacaciones qué…?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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