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¿Tienes Algunos de estos 6 tipos de dolores de hombro?

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Nuestros hombros se encuentran entre las articulaciones más activas que tenemos, son herramientas esenciales para realizar la compleja gama de movimientos de la parte superior de nuestro cuerpo.
 
Ellos nos ayudan a mantener el equilibrio cuando se mueven y nos proporcionan los medios para levantar y transportar objetos. Sin embargo, estas acciones ponen tensión en esta zona, por lo que nuestros hombros son algunas de las partes del cuerpo más propensas a sufrir lesiones.
 
Esta guía te enseñará a identificar, tratar y prevenir las 6 lesiones más comunes de dolor de hombro. ¡Toma nota!

1. La tendinitis del hombro
Cualquier persona que tenga que extender sus hombros durante todo el día, ya sea al pintar, al escribir o al limpiar, podría trabajar en exceso las articulaciones y desarrollar una lesión asociada. Los hombros son susceptibles a sufrir de la  tendinitis y si no se trata adecuadamente, toda la zona se puede inflamar. Esto puede rasgar el tendón, lo cual es extremadamente doloroso.
 
En la mayoría de los casos, el dolor es más agudo cuando se eleva el brazo o cuando el hombro es menos activo y se vuelve insensible por la noche. Si la tendinitis continúa desarrollándose, el brazo podría empezar a hacer chasquidos durante los movimientos hacia los lados, y puede llegar a ser muy débil y difícil de elevar por encima de la altura del hombro.
 
Tratamiento
El descanso, la aplicación de hielo y el uso de medicamentos antiinflamatorios son los primeros tratamientos médicos recomendados para el alivio. Si la condición persiste durante más de un par de semanas, te recomendamos hacer una referencia para una exploración de rayos X o una tomografía computarizada del hombro para diagnosticar el nivel del daño. En algunos casos, tu médico te recomendará una combinación de terapia física, para fortalecer los tendones sanos, y las inyecciones de esteroides. En los casos graves, puede ser necesaria una operación.
 
Prevención
La tendinitis se desarrolla cuando los movimientos se repiten con demasiada frecuencia y los hombros no tienen tiempo suficiente para descansar y recuperarse de las actividades.
 
Trata de tomar descansos cortos al realizar este tipo de actividades y, en lo posible, ajusta tu posición cuando estés sentado o de pie. Además, te recomendamos adquirir el hábito de realizar estiramientos durante unos minutos antes de comenzar tu jornada laboral: Inclínate hacia delante y trata de tocar los dedos del pie, o tira de las rodillas hacia el pecho, luego suelta. Repite los ejercicios 10 veces en tres series distintas.
 
Asegúrate de ejercitarte también en tu tiempo libre. Poco a poco la práctica de estos ejercicios te ayudarán a fortalecer los músculos y los tendones, lo que ralentiza el proceso degenerativo, y reduce el riesgo de lesiones.
 
2. La bursitis
La bursitis es la inflamación de la bursa del hombro y, a menudo, se desarrolla junto a la tendinitis. La bursa es un saco de fluidos que separa y evita la fricción y la tensión entre los tendones, ligamentos, músculos y huesos. La bursitis puede formarse debido al sobreesfuerzo del hombro, la presión prolongada en la zona, infecciones o artritis. Primero, debemos decir que la bursitis causa dolor cuando se estiran los brazos, y sin el cuidado adecuado, la enfermedad empeorará, especialmente durante el reposo. Otro de los síntomas de la bursitis es la inflamación de la zona en general.
 
Tratamiento
Tan pronto como aparezca el dolor, asegúrate de mantenerlo protegido incluso cuando estás sentado o durmiendo, y trata de no poner más tensión en la zona. Aplica hielo 3-4 veces al día durante 15 minutos. Si el dolor no desaparece, consulta a tu médico para asegurarte de no tener tendinitis. El médico puede recomendar inyecciones de esteroides y / o terapia física.
 
Prevención
La mejor manera para prevenir la bursitis es evitando el exceso de ejercicio en la zona, y tomar descansos regulares al realizar acciones repetitivas. Cuando tienes que repetir actividades, el frío puede conducir a la inflamación, así que trata de llevar ropa abrigadora. Si está trabajando, las articulaciones entran en frío por lo que es ideal hacer algunos ejercicios de calentamiento.
 
3. La osteoartritis
La osteoartritis puede aparecer cuando el cartílago entre los huesos se erosiona. Mover una articulación desgastada o lesionada causará un dolor inmediato, y puede estar acompañada por un sonido de clic, que resulta de los huesos cuando se rozan. El dolor será gradual, cada vez peor cuando la tensión se pone en la zona, y con el tiempo su rango de movimiento puede llegar a ser más limitado, con rigidez en torno a las zonas afectadas. La osteoartritis se puede dividir en dos tipos – osteoartritis primaria, que es generalmente relacionada con la edad; y osteoartritis secundaria, que es un efecto secundario de una condición preexistente o una enfermedad.
 
Tratamiento
Aunque no hay cura para la osteoartritis, se puede controlar mediante el uso de analgésicos y la preservación activa de las articulaciones. Una vez diagnosticado, tu médico te recomendará reposo, analgésicos, antiinflamatorios, suplementos, terapia física, e incluso la acupuntura. Si estos tratamientos fallan, puede que necesites una cirugía de reemplazo para la articulación.
 
Prevención
La osteoartritis secundaria puede prevenirse evitando la obesidad y fortaleciendo los músculos. El ejercicio puede ayudar, pero debes tener cuidado de no esforzar demasiado las articulaciones, por lo que se recomienda practicar la natación en lugar de levantar pesas o correr. En tu lugar de trabajo, asegúrate de no permanecer estático durante demasiado tiempo, y asegúrate de que tu silla y tu escritorio estén alineados correctamente. La osteoartritis primaria no se puede prevenir, pero siguiendo los métodos de prevención que se utilizan para combatir el desarrollo de la artrosis secundaria, podrías sentirte mejor.
 
4. Esguince de hombro / dislocación
Los esguinces y luxaciones son dos lesiones de hombro que se producen de la misma manera. La lesión suele ser el resultado directo de una acción o un trauma – se trate de ejercicio físico, un accidente o una caída que cause un impacto repentino en el hombro, haciendo que los huesos de la articulación se separen de tal manera que sea imposible realizar un movimiento suave. Sin embargo, existen diferencias entre los dos tipos de lesiones. Los esguinces se producen cuando los huesos brevemente se separan antes de volver a caer en su lugar, mientras que una dislocación es el resultado de los huesos restantes que se separaron después de haber sido trasladado a pedazos. Cuando se produce este tipo de lesión, es probable que sientas un dolor intenso, hinchazón y hematomas en la zona del hueso del hombro y el cuello. Puede ser que, incluso, notes una protuberancia del hueso debajo de la piel.
 
Tratamiento
En ambos escenarios debes buscar tratamiento médico inmediatamente. Evita tratar de reubicar el hombro por ti mismo – esto sólo debe ser realizado por un especialista para evitar mayores daños en la zona. Tu médico te recetará analgésicos y pondrá una férula en tu hombro durante unos días. Una vez que te la retire,  organizará controles regulares para asegurarse de que tu hombro se mantenga en tu lugar. Más adelante, podrías requerir terapia física para recuperar el rango de movimiento del hombro y reducir el riesgo de que se repitan las dislocaciones.
 
Prevención
Dado que ambas condiciones son causadas por un trauma, que por cierto es muy difícil de prevenir, puedes tratar de evitar situaciones en las que el riesgo de lesionar tu hombro sean altas. Con esto en mente, si has sufrido en el pasado de una luxación de hombro, asegúrate de evitar el ejercicio físico intenso para evitar otra dislocación. Las dislocaciones repetidas pueden dañar gravemente los músculos y tendones.
 
5. hombro congelado
También conocida como capsulitis adhesiva, o «hombro congelado», y se puede desarrollar varios meses después de una lesión basada en el trauma, y se caracteriza por un dolor constante, incluso durante el reposo. Después de experimentar un trauma en el hombro, instintivamente evitamos el uso de la zona para permitir que sane. Sin embargo, ésto limitará tu rango de movimiento, incluso después de que se cure el hombro.
 
Tratamiento
Después de una lesión, es vital asistir regularmente a chequeos médicos e  informar cualquier dolor que se desarrolle después del evento. Tu médico de cabecera puede recomendarte algunos ejercicios para reducir la intensidad y la frecuencia del dolor.
 
Prevención
Es importante recordar que una lesión en el hombro no significa que tengas que evitar el uso de la zona por completo. Después de una lesión, lo mejor es hablar con tu médico para obtener la información necesaria sobre cuándo puedes comenzar a usar tus hombros de nuevo y qué movimientos puedes realizar de forma segura. La terapia física es muy recomendada, incluso si el dolor no parece significativo.
 
Los ejercicios que ayudan a aliviar un hombro congelado
Puedes realizar estos dos fáciles ejercicios desde la comodidad de tu casa, y lo mejor es que no requieren más que un palo de escoba. Su objetivo es acelerar el proceso de curación y mantener el hombro activo. Si estás padeciendo mucho dolor en la zona, es mejor consultar con tu médico antes de intentar realizar los ejercicios.
 
1. Acuéstate sobre una colchoneta o toalla y mantén el palo de escoba con ambas manos. Extiende el brazo del hombro adolorido, mientras mantienes tu otro brazo doblado. Mueve tus manos lentamente de un lado a otro. Repite el proceso hasta que hayas realizado tres series de 10.
 
2. De pie, sostén el palo de escoba detrás de la espalda con ambas manos, manteniendo el brazo del hombro lesionado por encima de tu cabeza y la otra detrás de la espalda, cerca del coxis. Estira lentamente tu mano hacia arriba hasta que sientas un tirón en la parte superior del brazo. Repite este ejercicio 10 veces en tres juegos consecutivos.
 
6. Lesiones del manguito rotador
Los manguitos rotadores son cuatro músculos situados en los omóplatos que se conectan a la parte superior del brazo, y permiten que la articulación del hombro roten. Si éstos sufren una lesión, lo más probable es que sientas un dolor intenso, y no seas capaz de mover el brazo. Estas lesiones son generalmente el resultado de un proceso prolongado y degenerativo, pero en algunos casos, pueden desarrollarse repentinamente como resultado de un esfuerzo excesivo. Por ende, esto puede afectar a los atletas que siguen ejerciendo a pesar de la aparición inicial del dolor en el hombro.
 
Tratamiento
Al igual que con la mayoría de otras lesiones en el hombro, debes buscar atención médica tan pronto como sea posible. Tu médico, probablemente, te aconsejará realizarte una radiografía en tu hombro, y luego te prescribirá algunos analgésicos, antiinflamatorios y reposo. Con este tipo de lesión, el proceso de curación toma tiempo, y en casos severos, el médico puede recomendar la cirugía para extirpar el tejido dañado y colocar el tejido sano en su lugar.
 
Prevención
El fortalecimiento de los músculos del hombro es clave para reducir las probabilidades de una lesión del manguito rotador. Es importante no sólo para fortalecer los músculos del hombro, sino también para mejorar la flexibilidad de todo el cuerpo. Recuerda tomar el tiempo necesario para descansar durante el ejercicio repetitivo y evitar tareas que causen dolor.

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