Rio De Janeiro.- Muchos mandatarios extranjeros han demorado en confirmar si acudirán a la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, cuya antesala está dominada por un escándalo político y todo tipo de titulares negativos.
Los políticos que decidan acudir enfrentarán un dilema diplomático cuando los primeros Juegos en Sudamérica comiencen en tres semanas.
La presidenta Dilma Rousseff fue suspendida y encara un juicio político, que podría terminar pocos días después de la clausura de los Juegos. Rousseff ha dicho que tiene planes de acudir a la inauguración, lo que significa que podría estar junto con el presidente interino Michel Temer como los rostros del país anfitrión.
“Si eres un líder mundial, ¿a quién estrechas la mano en una situación de tanta incertidumbre?”, comentó a la AP Maristella Basso, profesora de derecho internacional en la Universidad de Sao Paulo. “Es una situación rara. Lo mejor que puede hacer un líder extranjero es mandar una carta y quedarse en su país para evitar un bochorno. De todas formas, no habrá un ambiente de fiesta en Brasil con semejante caos”.
Un pronóstico inicial de que habría 100 jefes de estado o altos funcionarios gubernamentales en la ceremonia del 5 de agosto no ha vuelto a ser mencionado. El ministerio del Exterior de Brasil rehusó ofrecer un cálculo, y señaló que la lista de asistentes será publicada justo antes de la inauguración. Por su parte, el vocero del comité organizador, Mario Andrada, añadió que no sabe cuántos líderes acudirán.
El portal brasileño UOL calcula que habrá 45 líderes internacionales, entre ellos el secretario general de la ONU Ban Ki Moon.
Francia es de los pocos países que ya confirmó la asistencia de su mandatario. La embajada francesa en Brasilia confirmó que el presidente Francois Hollande acudirá a la ceremonia. París es candidato a los Juegos de 2024.
La embajada de Italia también confirmó que su primer ministro Matteo Renzi acudirá. Roma es otro candidato para las Olimpiadas de 2024.
La embajada de Estados Unidos no confirmó si el presidente Barack Obama acudirá. La prensa brasileña ha reportado que el secretario de Estado, John Kerry, sería el representante estadounidense en el estadio Maracaná. La primera dama Michelle Obama representó al país en la ceremonia inaugural de los Juegos de 2012 en Londres.
China, uno de los principales socios comerciales de Brasil no respondió a una solicitud de información de la AP. Los medios brasileños señalan que China enviará a la viceprimera ministra Liu Yandong, encargada de los Ministerios de Educación y Deportes. Ella se encuentra en un rango justo debajo del presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang.
Beijing será la sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2022.
Incluso Argentina, el principal socio comercial de Brasil en la región, no ha confirmado la presencia del presidente Mauricio Macri, aunque la embajada en Brasilia dijo que es probable que acuda.
Japón tampoco ha confirmado a su delegación. Sin embargo, es muy probable que las autoridades japonesas envíen a un representante de alto rango siendo que Tokio será la próxima ciudad en albergar los Juegos Olímpicos.
Gran Bretaña, que fue la sede de las Olimpiadas pasadas, en 2012, recién acaba de cambiar de primer ministro, y su representante está en duda.
Rusia también está en duda. Muchos atletas rusos han sido descubiertos en un enorme escándalo de dopaje. Un reporte será emitido un reporte que podría confirmar las acusaciones de dopaje respaldado por el Estado en Rusia. De antemano, la delegación de atletismo rusa ha sido descartada para las Olimpiadas, aunque sigue pendiente su apelación.
Incluso muchos gobiernos de izquierda de Latinoamérica que apoyaron la candidatura de Brasil siguen sin confirmar su presencia en la inauguración.
En duda la presencia de mandatarios en Río 2016
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