El presidente de Turquía, Tayyip Erdogan, dijo este jueves que el Gobierno está obligado a reformar las instituciones del Estado tras el intento de golpe para derrocarlo.
En declaraciones a un grupo de empresarios, Erdogan también dijo que se necesitan medidas urgentes para la reestructuración de las fuerzas armadas durante un estado de emergencia impuesto tras el fallido golpe.
Una pequeña facción del Ejército lanzó una sangrienta operación el 15 de julio, en episodios que causaron 230 muertes e hiriendo a miles de personas.
En un discurso en el palacio presidencial ante funcionarios de cámaras de comercio y de bolsa, Erdogan dijo también que tiene el compromiso de cortar las fuentes de ingresos de empresas vinculadas a Fethullah Gulen, el clérigo autoexiliado en Estados Unidos al que acusa de haber orquestado el golpe.
Erdogan calificó las escuelas, empresas y organismos de caridad de Gulen como «nidos de terrorismo».
