Tu personalidad podría definir tu estado de salud y longevidad

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Tu tipo de personalidad ayuda a determinar algunos de tus comportamientos más habituales, los cuales podrían aumentar o disminuir tu riesgo de exponerte a infecciones y situaciones de peligro y estrés. Estos rasgos de tu personalidad definen cómo te enfrentas a la vida en general, lo que, según la ciencia, determinaría qué tan sano eres.
 
Impulsivos. Las personas con este tipo de personalidad tendrían una menor expectativa de vida porque suelen ponerse en mayores situaciones de riesgo. Pero además, un estudio encontró que quienes actúan de forma impulsiva al menos dos veces al día tienen más probabilidades padecer úlceras gástricas, incluso considerando otros factores como edad, género y tabaquismo, según un estudio.
 
Introvertidos. Las personas que suelen ser más reservadas, y con círculos sociales más pequeños, serían más vulnerables a infecciones, al menos comparado con los extrovertidos. Al exponerse menos a las infecciones, sus sistemas inmunitarios responderían peor ante las infecciones, y tendrían menos glóbulos blancos, según recoge el sitio web Medical Daily.
 
Optimistas. Al parecer, estas personas son de las más sanas, ya que suelen tener una mayor calidad de vida lo que les ayudaría a manejar mejor el estrés. Esto, de acuerdo con un estudio que recoge Medical Daily, explicaría por qué las personas optimistas tienen 50% menos probabilidades de morir por enfermedades cardiacas. Además, se ha encontrado que la mayoría de las personas que llegan a los 100 años son optimistas, y las personas que reportan ser felices, tienen 35% menos probabilidades de morir en los siguientes cinco años.
 
Neuróticos. Entre las características de esta personalidad está tener constantes cambios de humor, altos niveles de nerviosismo y preocupación, lo cual afectaría directamente la salud. Un estudio de 2012 encontró que las personas neuróticas tienen menos marcadores genéticos para la inflamación y las enfermedades crónicas. Esto quiere decir que tendrían sistemas inmunitarios “más débiles”. Sin embargo, como suelen pensar bastante más en las consecuencias de todo lo que harán, no suelen exponerse tanto a situaciones de riesgo. El mismo estudio encontró que suelen ser menos diagnosticados con enfermedades crónicas.