Muchas veces no se conocen las causas ni los tratamientos. De hecho, siempre asociamos esas escamas blancas al pelo cuando son generalmente la consecuencia de una afección del cuero cabelludo. Vamos a tratar este problema que afecta aproximadamente al 40% de los españoles con el doctor Philippe Abimelec, dermatólogo especialista en cabello y uñas.
Cuero cabelludo y caspa
La caspa es una descamación del cuero cabelludo, señal de que la piel se renueva y pela de manera excesiva. El conjunto de los gérmenes, hongos y bacterias presentes en los 100.000 folículos pilosos de la cabeza se alimentan de esas escamas y producen a su vez residuos.
Estos últimos son la causa de las irritaciones y picores desagradables y a veces dolorosos del cuero cabelludo. Para acabar con la caspa, es primordial volver a tener un cuero cabelludo sano. De hecho, el Dr. Abimelec nos dice que nos enjabonemos el cuero cabelludo y no el cabello. Claro que también hay que lavarse el pelo, pero sobre todo hay que limpiar las impurezas del cuero cabelludo y de la raíz».
Higiene y cuidados específicos
Según el Dr. Abimelec, la respuesta al problema de la caspa es simple: está en el lavado diario del cabello y sobre todo del cuero cabelludo. Nos lavamos el cuerpo todos los días, tendríamos que hacer lo mismo con el pelo. De hecho, en la mayoría de los casos de personas que tienen caspa a quienes recomendamos lavarse el pelo todos los días, la caspa desaparece.
El problema según el Dr. Abimelec, es que a menudo vamos espaciando los lavados por razones prácticas: las mujeres tienen a menudo el pelo teñido o alisado y no quieren que el tinte desaparezca o tener que alisarse el pelo cada mañana. Por eso es preferible optar por otros cuidados cuando no nos queremos lavar el pelo todos los días.
Los acondicionadores ayudan al tratamiento anticaspa
Si tienes caspa seca (la más extendida), lo ideal es que elijas un champú y un acondicionador anticaspa. En la mayoría de los casos esto no basta para deshacerse de la caspa sin pasar por una visita médica.
Estos champús que actúan como medicamentos son a menudo demasiado ricos en principios activos (reductores y antifúngicos) y pueden resultar una solución un poco desmesurada para tratar un simple problema de caspa, más estético que realmente patológico.
La combinación ganadora: un champú para lavar y quitar las impurezas del cuero cabelludo y un acondicionador para completar la acción anticaspa, dejar el cabello fresco y sedoso y oxigenar el cuero cabelludo… ¡tan sencillo como un pelo bonito!